Tegucigalpa,Honduras
Dibujar una sonrisa en un inocente niño es el mejor regalo que se puede recibir en Navidad. Pero no recibimos una, sino centenares de amplias sonrisas al visitar los barrios, colonias, aldeas y caseríos más pobres del Distrito Central.
Y es que la campaña navideña “Regalando sueños en esta Navidad”, de diario EL HERALDO, hace posible acercar a buenos samaritanos, fieles lectores y empresas solidarias con los más necesitados.
La labor que por más de una década ha desarrollado EL HERALDO en el marco de las fiestas de Navidad y fin de año permitió llegar a la Aldea Mateo.
Fue así que un vehículo salió cargado de obsequios desde las instalaciones de este rotativo con el fin de hacer felices a decenas de pequeños de la comunidad. Una calle de tierra en mal estado da acceso al barrio El Chino, sitio donde los menores anhelaban un juguete para disfrutar en comunidad de interminables horas de juego.
Los pobladores del lugar, extrañados por la presencia del vehículo que no era de la comunidad, comenzaron a salir de sus casas, de igual manera los niños.
Es así que en el transcurso del recorrido en busca del mejor sitio para realizar la entrega, se acercó una mujer con un bebé en brazos.
¿Tiene más hijos?, preguntó el periodista.
Sí, fue su respuesta.
-Tráigalos a todos que le traemos unos regalos.
La convocatoria en segundos llegó a varios hogares, lo que permitió que uno a uno los pequeños salieran de sus casas de adobe y láminas de zinc.
Unos llegaron en brazos de sus madres, otros corrían por la polvorienta calle, pues la noticia del vehículo blanco que llevaba regalos se esparció en segundos por la zona.
Por lo que de un momento a otro un grupo de emocionados pequeños esperaban impacientes alrededor del automotor. Unos aún con sus pijamas y con sus caritas untadas con restos de lo que habían desayunado llegaron hasta la paila del automotor donde les esperaban los reporteros de METRO.
Orden
Se formaron en dos filas -varones y niñas-, la algarabía que se armó era de felicidad. Las muñecas, carritos, cuerdas para saltar y juegos de mesa, entre otros presentes, fueron entregados en las manos a los pequeñines.
“Estamos contentos de recibir estos juguetes, nosotros no contamos con dinero para comprar un buen obsequio para nuestros hijos”, manifestó Yesenia Rodríguez, una de las madres de familia que no paraba de sonreír y dar las gracias.
Y es que la felicidad y el asombro también se reflejó en los rostros de los padres de familia que caminaron varias cuadras casi corriendo y con hijos en brazos para reclamar un presente.
“Es una gran sorpresa y bendición que hayan seleccionado este lugar, nosotros estamos acá sin nadie que nos ayude, nuestra comunidad necesita de la solidaridad de los que tienen cómo compartir”, expresó Rodríguez.
Fue más de media hora que duró la entrega de los juguetes, pero no dudamos de que la felicidad se extendió en lo que resta del año en la comunidad, pues los más pequeños del sector recibieron lo que más anhelan para la Navidad: un juguete.
Deysi Martínez, otra de las vecinas de la comunidad, dijo estar agradecida con EL HERALDO por hacer estas acciones con personas que más lo necesitan.
“Los padres y madres estamos felices, es muy raro que alguien venga de sorpresa y nos entregue juguetes”, dijo Martínez.
Felicidad a niños de campaña
Semanas atrás, en el marco del inicio de la campaña de juguetes, tres niños, en diversos sectores de la capital, fueron consultados sobre sus sueños para Navidad.
Anderson Lanza, de seis años, fue uno de ellos, quien en aquel momento halaba a su inseparable burrito. El pequeño pidió tan solo un juguete, el cual le fue entregado en sus manos.
En el caso de Ana Mejía, de 10 años, que fue entrevistada mientras lavaba ropa en un río de la comunidad de El Tablón, solicitó una muñeca, petición que al igual le fue concedida.
El tercer niño en convertirse en la voz de centenares de infantes a beneficiar fue Didier Gómez, de seis años, menor que fue captado mientras jugaba con un bote de aceite simulando que era un carrito. El pequeño desde antes de Navidad disfruta del juguete que anhelaba.
Unos 200 infantes de la capital han recibido un obsequio.