Pasajeros parados o sentados sobre baldes o en el motor de la unidad del transporte son las faltas que aún no logran eliminar las autoridades encargadas de regular el servicio en la capital.
A esto se suman las faltas por conducir a exceso de velocidad, bajo los efectos del alcohol y drogas o sin las licencias pesadas.
Estas últimas irregularidades del transporte han quedado evidenciadas a través de los operativos sorpresa que se han ejecutado en nueve terminales de la ciudad.
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La intervención por parte de las autoridades de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y personal del Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa) tiene como fin certificar a los conductores de la capital.
Al llegar a las terminales se les solicita a los conductores, ayudantes y dueños de las unidades los documentos personales y licencias de conducir. De forma posterior, cada uno de los involucrados en el servicio marca sus huellas digitales en una ficha, se les toma una fotografía y se les aplican pruebas de alcoholemia y drogadicción.
Según datos del IHTT, a la fecha 466 conductores de autobuses han sido certificados, es decir que están capacitados para el traslado de pasajeros.
También se logró sancionar a 27 personas que dieron positivo al consumo de cocaína, marihuana y alcohol.
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“La Ley de Tránsito en el artículo 98 dicta que nadie puede conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, por lo que estos conductores son sancionados con la cancelación de la licencia por seis meses y una sanción económica de un salario mínimo”, informó José Estévez, vocero de la DNVT.
En el caso de que el conductor reincida en esta falta, se le cancela la licencia por un año y una multa de cinco salarios mínimos.
Si reincide por tercera vez, se sanciona con la cancelación del permiso de conducir de manera definitiva.
Acciones
Los conductores de buses hansido los primeros en ser certificados, para luego comenzar con los de otras unidades como los taxis.
“A los conductores se len entregará un carné que les hace constar que están certificados para conducir una unidad del transporte público”, manifestó Gustavo Dubón, inspector de campo del IHTT.
Este es un proyecto piloto que se está realizando en la capital, después se replicará en otras ciudades del país.
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Por su parte Lenín Fu, encargado del Ihadfa, manifestó que las sustancias más comunes que han encontrado en el organismo de los conductores es la cocaína, marihuana y alcohol.
“Hemos identificado que en cada operativo dan positivo por cocaína de tres a cuatro conductores y unos dos por marihuana”, detalló Fu.
Los elementos de la DPI se encargan de verificar que los conductores no tengan deudas pendientes con la ley.
“Estamos verificando la documentación de cada conductor y tomando las huellas dactilares para ingresarlos en un sistema”, explicó Júnior Alvarenga, subinspertor de policía de la DPI.
En la capital se estima que circulan unos 1,500 buses, en su mayoría denominados como ejecutivos. Estos recorren unas 36 rutas, entre las de mayor movimiento de pasajeros se enlistan las de Cerro Grande y El Carrizal
