TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Comayagüela, la gemela de Tegucigalpa y el brazo económico más grande del Distrito Central (DC), puede entrar en riesgo por su misma gente.
La ciudad, conformada en el siglo XIX y refugio de migrantes del interior del país, así como de extranjeros, permanecerá en alerta por las lluvias pronosticadas para los meses de agosto a noviembre.
Al ser un área urbana que ofrece a las personas trabajar de manera informal, con unos 80 mil comerciantes, se generan más de 60 toneladas de basura cada día de la semana.
La mayoría de residuos, que incluyen desechos de verduras, huesos de animales y desperdicios de construcción, no son gestionados de manera adecuada y terminan en los tragantes y quebradas de la ciudad.
Esto provoca, a veces, problemas por inundaciones cuando llueve, convirtiendo las calles en verdaderas piscinas que impiden el tránsito y afectan a los negocios.
EL HERALDO salió a recorrer los seis grandes mercados que conforman parte de la ciudad para conocer el diario vivir de los comerciantes y también dialogó con la comuna para buscar prontas soluciones
Al caminar por las avenidas de Comayagüela, se puede sentir el bullicio incesante de los vendedores. Cada esquina, cada espacio disponible está ocupado por algún tipo de negocio, desde pequeños puestos de frutas hasta improvisados talleres de reparación.
Alex Rodríguez, locatario, indicó: “Mire cómo está aquí”, mientras señala un desagüe atascado de desperdicios de verduras, bolsas y frutas. “Toda la basura que ve ahí es culpa de esta gente que no asea sus puestos. La Alcaldía viene a limpiar los negocios y tragantes una o dos veces por semana”, señaló.
Mano débil
A pesar de los controles de limpieza en los mercados, existe una carente conciencia entre los comerciantes y residentes sobre el impacto de sus acciones en el medio ambiente y en la infraestructura de la ciudad.
La municipalidad lo sabe, conoce quiénes son, pero no son capaces de multar o castigar a los vendedores o ciudadanos que tiran la basura en la calle, por lo que solo se limitan a limpiar los desperdicios.
“Hemos visitado varias zonas y les explicamos a las personas las repercusiones de lanzar basura. Sabemos que nos llevará un tiempo, pero ya iniciamos... Queremos masificar el mensaje con ayuda de la Serna y la Secretaría de Educación”, contestó el personal de la Gerencia de Aseo, sin decir nada más.
Mientras que Carlos Bonilla, subgerente del Comité de Emergencia Municipal (Codem), aseguró que los trabajos de limpieza no se detendrán en esta temporada, que promete dejar varios días de lluvias.
“Nuestra prioridad es dejar limpios estos sectores de los mercados. Tenemos listas cuadrillas para barrer, recoger y trasladar la basura al crematorio”, apuntó Bonilla.
El funcionario municipal también hizo hincapié en que “como ciudadanos, debemos comprometernos y empezar a darle un buen manejo a los residuos. No solo son los mercados; son 56 colonias las que pueden resultar afectadas”.
Además, hay un sistema de monitoreo y alerta temprana que permite conocer cuándo y dónde puede haber un problema, por lo que los vendedores pueden estar tranquilos, pero no estar a expensas de un aseo.
Habilitarán espacios para los vendedores en plazas
Los vendedores ambulantes que estén en riesgo o no tengan dónde ir cuando comience la temporada ciclónica en el Distrito Central, serán reubicados por la Alcaldía.
Marco Méndez, gerente de Orden Público, mencionó: “Se están construyendo unas plazas de buen corazón para reagrupar a los vendedores ambulantes de las calles”.
El funcionario, quien también se encarga de los mercados, destacó que no usarán fondos para atender emergencias porque hay suficiente personal humano.
“Hasta ahora no hay peligro por inundaciones, hemos trabajado de manera preventiva. Hay equipo de orden público en los mercados trabajando”, aseveró Méndez.
En caso de que pase algo grande quedará a disposición del alcalde capitalino.