TEGUCIGALPA, HONDURAS.- ¡La cuenta regresiva inició! La pareja presidencial hondureña y el sopla pitos salvadoreño, Iván Barton, sentados junto al cohete que los llevará hasta la estratosfera, arderán como monigotes para despedir 2023 y dar la bienvenida al 2024.
Luis Lagos, microempresario y artista, es uno de los cientos de capitalinos que cada año mantiene viva la tradición de crear las emblemáticas figuras que pese al prohibición de pólvora, proliferan en barrios y colonias del municipio.
“Cada ‘año viejo’ que hacemos en la Mueblería San José de la salida al sur tiene un mensaje, se preguntarán ¿por qué Mel y Xiomara?, pues tienen muchas deudas en estos dos años de gobierno”, detalló.
De acuerdo con Lagos, la crítica no es para obtener regalías o bonos y el mensaje que manda -con todo respeto- es para que los gobernantes generen mayor flujo de trabajo y préstamos a bajo interés para los micro empresarios.
Con el objetivo de despedir las malas experiencias, Julio César es otro capitalino que desde hace 17 años lleva cabo el rito de “quemar” figuras emblemáticas, para este año los elegidos fueron el árbitro que “atentó” contra la “H” para favorecer al cuadro azteca.
Reacción
Hay que resaltar que entre la prohibición por la venta, quema y distribución de pólvora, crear los “años viejos” no es prohibido en el municipio.
Josué Esperanza, portavoz de la Policía Municipal, aclaró a EL HERALDO que los muñecos están permitidos y la ordenanza antipólvora no los incluye.
Sin embargo, recordó que lo que sí es prohibido es llenarlos con productos elaborados con pólvora y si encuentran uno, decomisarán solo la pólvora y no el año viejo.
Ante la imposición de esta tradición, Esperanza indicó que controlarán los cobros casi “extorsivos” en diversos barrios y colonias de personas, que impiden el paso a vehículos, mientras solicitan dinero para llenar el año viejo.
Debido a que no hay personal necesario para estar presente en todos los barrios y colonias, donde quemarán los monigotes, el entrevistado solicitó precaución y prudencia en la celebración del año nuevo.
Origen de la tradición
Aunque no hay una fecha exacta del inicio de la tradición en Honduras, de acuerdo con el historiador Daniel Vásquez, la quema del año viejo data desde finales del siglo XIX en Latinoamérica.
“Hay registros de Guayaquil Ecuador, y es una tradición colonial similar a los nacimientos o quema de cohetes”, explicó.
Según el experto, en su momento se desató una epidemia y los habitantes suda-mericanos realizaron la quema de ropa y cuerpos de los fallecidos para controlar la enfermedad.
Destacó que se trata de una tradición de origen griego, ya que cuando moría un rey quemaban su cuerpo.
“Es algo similar, ahora la gente lo realiza para finalizar un ciclo político, económico y dar vida a uno nuevo, puede ser alguien que hizo un desastre, por ejemplo tenemos el caso de la figura del árbitro salvadoreño”, concluyó mientras resaltaba la tradición