Tegucigalpa, Honduras
Imponente y monumental, pero este inmueble pasa inadvertido a la mirada de no menos de 15 mil ciudadanos que a diario transitan por su acera o frente a este.
Algunos son los que detienen sus pasos para echar un vistazo al interior y luego continuar su camino.
Pero, ¿cuántos se quedan para admirar su belleza?
Nos referimos a la Antigua Casa Presidencial (ACP), edificio histórico y patrimonial que data de hace más de un siglo.
De estilo ecléctico, con una mezcla de elementos arquitectónicos puros que van desde el barroco italiano al paladiano y neoclásico de incalculable valor.
Imponente
La Antigua Casa Presidencial, actual sede del Archivo Nacional y de las oficinas del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), es una de las tantas joyas que atesora la capital y que son exponentes de la marcada influencia de la arquitectura italiana.
Durante el gobierno de la Reforma Liberal, que impulsó Marco Aurelio Soto entre los años 1876 a 1883, llegaron al país destacados arquitectos y artistas italianos. Entre ellos destacan Emilio Montessi, Augusto Bressani y Alberto Bellucci.
Con el traslado de la capital de la antigua Villa de Comayagua a Tegucigalpa se determina dotar a la antigua Real de Minas de obras modernas y urbanistas que por su estética inspiren los ideales de los reformistas.
“Es así que deciden contratar a Emilio Montessi, declarado el primer arquitecto oficial del Estado, donde sus obras las encontramos en la ciudad”, declaró Jorge Amaya, escritor y encargado de la Maestría en Historia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Entre las construcciones legadas por Montessi a la capital están: el Cementerio General, donde duermen el sueño eterno más de un millón de capitalinos; asimismo la Antigua Penitenciaría Central (APC) y el Palacio de los Ministerios, donde ahora funciona el Museo para la Identidad Nacional (MIN), entre otros.
Destacados
No menos destacada es la participación de Augusto Bressani, quien dejó su huella en inmuebles patrimoniales públicos como el antiguo Palacete Presidencial, el Palacio Municipal y el Palacio de las Telecomunicaciones Eléctricas, y privados como la Casa Casco.
“En la historia de la ciudad, el nombre de Bressani resalta pues vino a petición expresa de gobiernos, nos legó importantes edificios públicos”, declaró Arturo Suárez, extitular de la Gerencia del Centro Histórico de la Alcaldía Municipal.
Alberto Bellucci fue otro reconocido profesional a quien se le recuerda por su negocio de pisos La Italiana.
Bellucci inspiró obras como el Palacio Episcopal, ubicado en la avenida Cervantes, y un singular castillo, en la actualidad en ruinas, ubicado en el barrio La Leona, que evoca la época medieval de la arquitectura monumental.
