Tegucigalpa, Honduras
La melodía de las aves todavía se mezcla entre la generosa sombra de los árboles, que se resisten a morir al igual que el parque La Concordia.
Mientras hay vida, hay esperanza, exhorta La Biblia. Y al menos así lo confirma la propuesta de revitalización del olvidado recinto y su entorno urbano, presentada por estudiantes de arquitectura.
La iniciativa no se limita a recobrar el esplendor maya del parque, sino que va orientada a establecer un circuito turístico entre el barrio La Leona, el Paseo Liquidámbar y el sector de Las Delicias.
La seriedad de la propuesta es tal que permanece en poder de las autoridades del Instituto de Antropología e Historia (IHAH) y solo falta el respaldo económico para llevarlo del papel a la realidad.
Hablar de La Concordia es un nudo de sentimientos encontrados, entre la nostalgia de su esplendorosa hermosura y el abandono de 17 años, después del huracán Mitch.
Explora en este recorrido virtual la propuesta del circuito turístico Las Delicias-La Concordia-Paseo Liquidámbar. ¿Te gusta?
Revitalización completa
La génesis del proyecto nos lleva a la mente de un grupo de cinco talentosos y ambiciosos estudiantes de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
El equipo, conformado por Andrea Borjas, Astrid Borjas, Juan Gómez, Félix Zúniga y Manuel Hernández realizó su práctica profesional en el IHAH entre el 2013 y 2014.
Al ver más del allá del muro perimetral del parque que data de 1887, el equipo obtuvo una propuesta integral, la cual presentó al Instituto de Antropología e Historia a mediados del año pasado.
El informe afirma que el sector forma parte de una franja turística planteada por la Gerencia del Centro Histórico, comprendida por los parques La Concordia y Herrera, el paseo Liquidámbar y el teatro Manuel Bonilla, en el centro histórico.
Para transformar el sitio en un emporio turístico se plantean cuatro acciones centrales, a ejecutarse en un plazo de cuatro a cinco años, explicó Astrid Borjas, integrante del equipo.
En primer instancia se propone una limpieza general, de la mano de la Superintendencia de Desechos Sólidos e involucrar a la comunidad.
El segundo paso trata el tema de la infraestructura de aguas residuales y la recuperación de la plaza, quizá el punto más sensitivo por las pobres condiciones hidrosanitarias.
Para devolver a la vida el recinto se debe realizar una limpieza general, eliminar la malla ciclón, reparar el sistema de recorrido del agua a través del parque e instalar alumbrado eléctrico.
La restauración del muro perimetral, el diseño de jardinería, restauración de monumentos, cambio de baldosas e implementar vigilancia también se plantean en el documento.
Listo este punto, lo siguiente debe ser unir esta réplica de un rincón de la civilización maya con el circuito del Paseo Liquidámbar y el parque La Leona.
Para ello, los 441 metros de la calle Las Delicias, al pegue con el paseo La Fuente; y los 520 metros de la avenida La Concordia, al conectar con el parque Herrera, se deben someter a una intervención vial.
Pero no será cualquier operación. El enfoque será peatonal, por lo que proponen ensanchar las aceras, construir vados peatonales, habilitar bahías de estacionamiento y regular el ancho de la calzada.
Obras de mitigación, policía turística, recuperación de fachadas de viviendas y espacios de recreación complementan la idea.
Tampoco pasa por alto el componente de seguridad y el compromiso de una gestión pública.
Integración y presupuesto
Borjas relató que la primera propuesta se centró únicamente en el parque, luego de un levantamiento encomendado por el IHAH, como parte de su práctica profesional.
Sin embargo, los jóvenes se dieron cuenta del fuerte potencial en abandono del recinto y luego pasó a un reto mayor.
“La Gerencia del Centro Histórico nos asesoró y nos dijo que la solución no estaba solo en restaurar el parque y nos invitaron a realizar un estudio urbano completo”, expuso.
El problema no solo son las arquitecturas mayas deterioradas, el jardín en abandono o la falta de alumbrado. Afuera del parque está tan muerto como adentro, comprobaron los jóvenes.
“Muchas personas han estado interesadas en recuperar el parque, lo pintan y lo limpian, pero como la zona está corrupta, de nada sirve”, aclaró.
Así, los estudiantes invirtieron casi un año en realizar un estudio urbano integral de la zona, lo que incluyó análisis socioeconómicos y el estado de la infraestructura.
Pero saltar de un pequeño parque a una comunidad implica ahora revitalizar 84 mil metros cuadrados de área, según el informe, lo que eleva el presupuesto.
De esta forma, una inversión de 35 millones de lempiras es para el sueño de convertir el olvidado mundo maya de La Concordia en un circuito turístico, indican las proyecciones.
Virgilio Paredes, director del IHAH, confirmó a EL HERALDO que tiene conocimiento de la propuesta.
“Creo que estamos trabajando muy bien con el alcalde Nasry Asfura en recuperar, no solo La Concordia, sino el centro histórico en general”, explicó.
Por mientras la idea deja de ser un discurso, el parque La Concordia se resiste al olvido permanente y el ruido de los pájaros es la melodía que suena cada mañana.