TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desde el pasado 14 de julio, fecha en que se registró una masacre a inmediaciones del bulevar Morazán, las principales arterias viales de la capital cuentan con presencia policial y militar. El hecho -en el que murieron cuatro jóvenes, uno de ellos Said Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa- trascendió a nivel internacional y encendió las alarmas del actual gobierno, como resultado los operativos nocturnos se han intensificado, acciones que no se reforzaban desde hace varios años, aseguran expertos.
Para conocer sobre las acciones que se ejecutan en la ciudad, el equipo de EL HERALDO realizó un recorrido nocturno de más de cuatro horas.RecorridoUna leve brisa empezó a cobijar la ciudad desde las 6:30 PM del pasado lunes, pese a ello, el equipo de este rotativo inició la ruta por el anillo periférico, vía que se mantuvo con fluido tráfico vehicular hasta inmediaciones de la Villa Olímpica, lugar donde se realizó una parada de 25 minutos a la espera de la instalación de un retén militar.
Ante la ausencia de los efectivos, los bulevares Morazán, Kuwait y Fuerzas Armadas y la salida a oriente del país -en ese orden- fueron los siguientes lugares visitados, pero el escenario se replicó. El reloj ya marcaba las 8:35 PM, momento en que se decidió repetir la ruta; de nuevo el anillo periférico estaba en la brújula y a la altura de residencial Las Uvas un vehículo pesado de la PMOP se conducía por la zona y detuvo su trayecto en el carril contrario al ingreso de la colonia La Cañada.
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Metros más adelante, a la altura de la colonia Víctor F. Ardón, cuando ya eran las 9:35 PM, ya se formaba un pesado congestionamiento. Se trataba de la instalación de un retén militar con más de 15 efectivos y un binomio de caninos entrenados para la detección de armas y drogas. La detención de vehículos se hacía de forma aleatoria, mientras que los motociclistas eran detenidos sin excepción.
El coronel de infantería Roosevelt Hernández explicó a EL HERALDO que los operativos militares se realizan a diario, pero solo se instalan después de las 9:30 PM y se retiran a las 5:00 AM del día siguiente. Las principales salidas de la ciudad, el bulevar Suyapa y anillo periférico son los puntos específicos donde hay con seguridad uno de los citados retenes, dijo Hernández. “La idea es controlar e identificar la criminalidad”, expresó.
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Percepción
Consultado sobre los criterios que utilizan para detener de forma aleatoria a los conductores, el jefe militar aseguró que se hace conforme al sentido común de los efectivos.“Nos apoyamos en el sentido común de los policías militares para que ellos, de acuerdo con su percepción y capacidad analítica, determinen a quién revisar”, agregó.
Por su parte, Carlos Sierra, experto en materia de seguridad, consideró contraproducente la presencia de militares en las calles, ya que es una estrategia que ya se utilizó por gobiernos anteriores en el pasado y dejó resultados solo a largo plazo.
Además, “el uso de elementos militares en acciones de seguridad interna viene con posibles violaciones de derechos humanos porque no tienen la formación adecuada para realizar acciones con la ciudadanía. Entonces existe un riesgo”, mencionó.
Solo en el Distrito Central hay más de 600 policías militares destinados a ejecutar retenes nocturnos.
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