TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El proceso del traspaso del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) a la Alcaldía Municipal se ha encarecido.
Desde hace 15 años que se trabaja en la municipalización del sistema potable y saneamiento, pero el proceso se ha aplazado en tres ocasiones y el millonario monto para el pago de prestaciones de los empleados se fue arriba.
Según las autoridades del Sindicato de Trabajadores del SANAA y Similares (Sitrasanaays), los cálculos hasta diciembre de 2019 superan los 3,000 millones de lempiras, lo que indica que se han incrementado al menos unos 500 millones en el último plazo de cinco años.
La Ley Marco de Sector Agua y Saneamiento Básico en su artículo 49 establece que el gobierno debe entregar libre de deudas los sistemas a las alcaldías, a menos que haya un acuerdo diferente.
El pago del pasivo laboral ha sido el principal obstáculo para que se concrete la municipalización en la capital.
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“En el contrato colectivo hay una cláusula y una tabla donde se establece el pago del 100 por ciento de las prestaciones laborales al momento de municipalizarse. Cuando nos respeten todo eso estamos en la disponibilidad de solo acatar la ley, si se piensan violentar nuestros derechos no vamos a acceder”, enfatizó César Castellanos, presidente del Sitrasanaays.
Hasta ayer, las autoridades del SANAA y la Alcaldía no tenían reuniones para acordar el pago de prestaciones, luego de la aprobación en el Congreso Nacional de dos préstamos por 110 millones de dólares (más de 2,700 millones de lempiras) con el BID y Banco Mundial, cuyos fondos en su mayoría son para concretar la municipalización del servicio.
Aunque muchos sectores han cuestionado el destino del millonario endeudamiento, existe una lluvia de demandas interpuestas por empleados despedidos del ente autónomo.
No es la prioridad
A criterio de varios sectores de expertos, el Estado debe darle prioridad a la construcción de nuevos embalses para superar la enorme crisis de agua que atraviesa la capital y no invertir millones en pago de prestaciones en estos momentos.
“Los recursos que se puedan percibir y gestionar de fondos extranjeros o nacionales deben estar dirigidos al mejoramiento del sistema de distribución del agua potable. Antes de hacer inversiones en el pasivo laboral, se debe invertir en mejorar el servicio, estamos en crisis”, enfatizó el exgerente del SANAA, Roberto Zablah.
Por su parte, el presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), Silvio Larios, insistió que en la capital se debe priorizar las obras y ejecutarlas con transparencia.
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“Esto se debe socializar con la población, no queremos que hayan sorpresas. Los proyectos deben ser a corto y mediano plazo, nada para 10 años, urge resolver la crisis”.
Con los 2,700 millones de lempiras se podría construir dos represas en el municipio.