TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un cielo azul y unos gigantescos pinos que proporcionaban una sombra fresca, se convirtieron en el templo al aire libre donde los vecinos de El Piligüín celebraron la misa solemne en honor al 277 aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa, Patrona de Honduras.
En un terreno cubierto con una extensa grama natural, a pocos metros de donde la Morenita se reveló al mundo ante los ojos de Lorenzo Martínez y Alejandro Colindres, se celebró con reverencia la eucaristía.
Toda persona que visita este lugar sagrado tiene un encuentro con Dios mediante la intercesión de la Virgen, aseguran los pobladores.
La imagen de la Virgen de Suyapa fue trasladada hasta el lugar desde la Ermita, cargada por cuatro jovencitas.
Los pétalos de rosas y otras coloridas flores fueron la alfombra que engalanó el paso de la Morenita.
El arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher Tatay dijo en su homilía que “es una alegría estar en este lugar tan bonito y sin duda inspirador; hay lugares que por sí mismos son importantes y nos remiten a algo más. Estamos en el templo que Dios mismo edificó, el templo de la naturaleza”.
Los pobladores presentaron ofrendas a la Virgen como frutas, verduras y flores que se producen en la zona.
Nolvia Salgado, moradora de El Piligüín, expresó su felicidad por vivir en el lugar donde se reveló la Virgen de Suyapa.
“Para mí, es la mayor bendición vivir aquí. Muchas personas desean vivir aquí y nosotros tenemos este privilegio. Es un lugar donde se respira amor y paz”, aseguró Salgado.