Las secuelas de la cadena de incendios que acabaron con más de 400 hectáreas de bosque en la zona de El Hatillo van más allá de la contaminación ambiental.
Esta vez las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) informaron que unas 7,500 personas dejaron de recibir el vital líquido durante más de 24 horas.
T omás Romero, jefe de Operaciones del SANAA, dijo que esta cifra de abonados equivale a unas 1,250 casas, con un promedio de seis personas por hogar.
De acuerdo con el funcionario, en el combate al fuego se utilizaron unos 1 00 mil galones de agua, los que fueron trasladados a la zona del siniestro con vehículos cisternas y helicópteros.
El líquido fue extraído de la planta de El Picacho y la represa Los Laureles.
También se dispuso de tres d e los 10 vehículos cisternas que posee el ente autónomo para apoyar el combate del siniestro.
“Tres de nuestros carros cisternas sirvieron de acopio durante un día para llevar agua desde El Picacho hasta un punto intermedio, de donde el resto de cisternas de bomberos se abastecían”, detalló Romero.
Distribución
Como toda causa tiene un efecto, los horarios de distribución fueron trastocados de manera inmediata.
Así destaca las consecuencias Romero: “Uno es la cantidad de agua que se usó y otro es el trastorno que nos ocasionó en los horarios de servicio.
Ahí retrasamos todos los servicios porque era un agua que estaba destinada a un punto”.
El desfase fue de 24 horas de servicio en los sectores abastecidos por El Picacho, mientras que para la zona de El Hatillo fueron 48 horas.
Los horarios de distribución volvieron a la normalidad esta semana: cada tres días a los sectores abastecidos por L os Laureles y Concepción, y dos días fijos a la semana a los que reciben agua desde El Mogote y El Picacho.
Los horarios se mantienen para Semana Santa.
Niveles de represas
Pese a que la existencia de agua en los embalses es escasa, de acuerdo con datos comparativos de 2016, la situación es un poco más alentadora este año.
Una existencia de 3.65 millones de metros cúbicos de agua que registraba la represa Los Laureles el año anterior contrasta con los 4.25 millones de metros cúbicos que hay en la actualidad.
Una diferencia equivalente a 590 mil metros cúbicos del vital líquido.
En el caso de La Concepción, actualmente posee unos 17.63 millones de metros cúbicos y para esta fecha en 2016 mantenía 17.23 millones de metros cúbicos de agua.
La cantidad restante equivale a 400 mil metros cúbicos del preciado líquido.