TEGUCIGALPA. HONDURAS.-Entre la deficiencia en el suministro de agua y los excesos del derroche del vital líquido, la crisis de agua en la ciudad empeora.
Los fuertes racionamientos decretados por el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) a partir de ayer, llevan a los ciudadanos a situaciones extremas, como depender de los carros cisterna o usar agua de pozo o de nacimientos o afluentes cercanos a sus comunidades para abastecerse.
La situación la conocen bien los pobladores del barrio El Bosque, quienes recogen de una manguera que sale por una iglesia un poco de agua para cubrir la necesidad del día. Este nacimiento está desde antes de la fundación de la longeva comunidad.
“Si no fuera por esta fuente, fuera macaneado conseguir agua gratis en este lugar, pues el agua que nos llega del SANAA viene cada 10 días. Por eso tenemos que venir una vez a la semana y llenar dos barriles en nuestro carro para que nos ajuste”, contó el vecino Joel Torres.
Mientras tanto en el barrio La Cabaña, un afluente de agua ha sido convertido en pila. Diariamente es visitada por unas 100 personas de diferentes comunidades debido a la escasez de agua.
En las colonias de las zonas altas de la urbe, la situación es peor. En la Nueva Capital, los carros cisterna que siempre han suplido a esta población ahora venden selectivamente el bendito líquido, dejando a muchas personas con sus utensilios vacíos fuera de sus casas.
“Estamos usando agua de un pozo cercano debido a que las pipas ya no nos venden, solo venden por mayor. Por eso hay vecinos que utilizan sus carros y nos venden esta agua de pozo”, detalló Jonathan Cruz.
Los llenaderos de la Divanna, Altos de Toncontín y Los Laureles están racionando los horarios de distribución, pues ahora trabajan de 6:00 a 11:00 de la mañana, motivo por el que el agua de los carros cisterna se está volviendo escasa.
Un panorama gris
Los posibles escenarios que se podrían experimentar en la ciudad los próximos días si las lluvias no llegan ya han sido planteados por las autoridades del (SANAA).
El gerente de la División Metropolitana del SANAA, Carlos Hernández, explicó dos grises panoramas.
El primero es actuar bajo un plan inmediato que comprende mayor distribución a través de camiones cisterna y recurrir a agua de otras fuentes (pozos) a través de camiones.
Si la situación empeora en octubre y las lluvias se reportan bajo en promedio, se tendría que recurrir a un plan de emergencia que podría requerir la inversión de unos 400 millones de lempiras que se gestionarían entre SANAA y comuna capitalina.
Las autoridades del ente distribuidor de agua tendrían hasta el 30 de octubre para determinar estas acciones.
Para que los horarios mejoren, la represa La Concepción tendría que llegar a almacenar unos 25 millones de metros cúbicos y hasta ayer reportaba 6.5 millones que se traduce a un 18% de sus capacidad.
Si alcanzara 20 millones de metros cúbicos, los horarios serían más restringidos.
Pero lo más probable es que solo se alcance 15 millones de metros cúbicos, es decir que la represa con la mitad de su capacidad podría soportar el suministro de agua a los capitalinos hasta mayo del 2020.
Sin embargo, todavía hay una posibilidad más crítica y es que solo llueva en menos de mes y medio, unos cinco millones de metros cúbicos en La Concepción. Ante esta circunstancia se tendría que llegar al extremo de prolongar los racionamientos cada 10 y 12 días.
Como consecuencia se tendría que recurrir a los camiones cisterna para entregar agua a las zonas altas a las que por falta de presión no llega el agua, en este extremo es donde se deberá hacer la inversión de los 400 millones de lempiras.
Cambio de horarios
El cambio de horarios que entró en vigencia desde ayer, es decir cada siete días, se realizó para que la disponibilidad de agua se prolongue, pues si seguía con cinco días de por medio el agua solo ajustaría para la primera semana de octubre.
Con el cambio de envío de agua se puede tener agua para llegar al 20 de noviembre.
En el Distrito Central hay mil pozos privados y alrededor de 15 pozos públicos de los que se suministra apenas el 3% de agua que brinda el SANAA.
La comuna tiene planificado habilitar más pozos que pudieran ofrecer una producción de 300 litros por segundo.
Lo centros de llenado se cierran antes del mediodía durante la de semana pues el SANAA informó que también se tiene que dotar las zonas que no tienen red de distribución.
