TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En los últimos cinco años y cuatro meses 2,620 personas dejaron de existir y se convirtieron en una estadística como víctimas de homicidio en el Distrito Central.
Los datos plasmados por la Secretaría de Seguridad en la respuesta SSSS-1840-2023 comprenden un período de 1,936 días, desde el 1 de enero de 2018 hasta el 20 de abril de 2023.
De esos años, el que acumuló más incidencias fue 2020 con 579 homicidios, pese a ser el año en que inició la pandemia del covid-19.
Aunque los capitalinos tienen una percepción de incremento de la violencia, las cifras oficiales indican una tendencia a la disminución.
Frecuencia
Si tomamos en cuenta solo los homicidios registrados en los primeros 110 días del año 2023 y comparamos los datos de ese mismo período pero de los años 2018, 2019, 2020, 2021 y 2022 se refleja una amplia disminución.
En detalle, entre el 1 de enero y el 20 de abril de 2023 (110 días), según Seguridad, se perpetraron 78 homicidios en el municipio, es decir, la frecuencia indica que cada 34 horas una persona murió de forma violenta.
En 2018, con 168 homicidios, la frecuencia fue de un homicidio cada 15.7 horas; en 2019, con 139 incidencias, fue de 13.9 horas; en 2020 -el año con más acumulado-, con 189 incidencias, fue de 13.9 horas; en 2021, con 146 pérdidas humanas, fue de 18 horas; y para 2022, con 140 incidencias, fue de 18.8 horas.
Hay que aclarar que los cálculos solo son una forma de analizar estadísticamente la frecuencia de los homicidios en un período determinado y no indican el momento específico en que ocurrieron, sino el promedio de tiempo que transcurre entre cada uno de ellos.
Los números oficiales presentados por el Estado revelan que del acumulado global (2,620 homicidios) el 75% (1,973) fueron perpetrados con armas de fuego.
Reacción
Especialistas en seguridad de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) entrevistados por EL HERALDO confirmaron la disminución, pero hicieron algunas observaciones.
“Las cifras son reales, pero hay que destacar que hay un efecto migratorio de la violencia y que, aunque hay una reducción de homicidios en Tegucigalpa, no se tiene ese mismo efecto en el tema de la extorsión”, detalló la fuente.
A su criterio, los patrullajes y operativos han generado un impacto positivo en el municipio, pero el desplazamiento de la violencia puede reflejarse en municipios como Catacamas y Juticalpa o San Miguelito, Lempira.
“La delincuencia se mueve a lugares donde no los persiguen y no hay presencia. En cuanto al arma utilizada para perpetrar ese delito, sí son las de fuego, pero en su mayoría son con armas no registradas”, aclaró.
De eso último destacó que la tenencia lícita de armas podría ser mal interpretada, ya que solo en una minoría de casos son con armas registradas pero que tienen reporte de robo.
“Para tener un arma hay que cumplir muchos requisitos y se permite tener porque generan muchos impuestos, pero las armas ilegales son las que producen los homicidios, el problema es que aquí los Sistemas Integrados de Identificación Balística (Ibis) no están funcionado”, mencionó.
Para obtener una opinión técnica, EL HERALDO intentó comunicarse con la Secretaría de Seguridad, pero no se obtuvo una respuesta.