Tegucigalpa. Las cuencas generadoras de agua para la capital también están a merced del gorgojo de pino.
Así lo confirmó el Instituto de Conservación Forestal (ICF) por medio de su regional de Francisco Morazán al hablar sobre los alcances de la devastadora plaga.
“Desaparece el bosque, mata los árboles y son ataques que causan más daños que un incendio forestal”, valoró Onrri Amaya, director de Protección Forestal de Francisco Morazán.
El funcionario apuntó que han detectado brotes en el área de Zambrano, El Picacho y el sector de la salida a Oriente, aunque ha sido difícil determinar todas las propagaciones.
Es de mencionar que los primeros reportes del gorgojo barrenador de pino se detectaron hace dos meses en la región protegida de Guacerique, en el Distrito Central.
“Hace unos meses se detectaron unos brotes en el área forestal de la capital, pero seguimos igual”, explicó Carlos Velásquez, consultor del ICF y exintegrante del Comité de Emergencia Forestal (Codem).
Además, Velásquez amplió que la presencia se ha monitoreado en el bosque de La Tigra y El Carpintero.
“Es peligroso porque son áreas productoras de agua y generalmente no respeta. Más bien, estos sectores son los más afectados”, expuso.
Según la regional del ICF, a la fecha han detectado alrededor de 400 brotes en el área forestal de Francisco Morazán, de los cuales han controlado 150.
Cabe apuntar que este departamento es uno de los ocho en emergencia nacional junto con Olancho, Yoro, Santa Bárbara, Intibucá, Comayagua, La Paz y El Paraíso.
A nivel nacional se calcula que la plaga ha infectado unas 99,700 hectáreas en 43 municipios de ocho departamentos.
No obstante, el jefe de áreas anunció que están preparados para entrar con brigadas especiales para controlar la terrible propagación en el departamento.
El principal método es cortar los árboles infectados para evitar su dispersión en el resto del bosque sano.
El gorgojo es un insecto descortezador de los pinos y los principales síntomas son el decoloramiento del follaje y acumulaciones de resina en las grietas.
“Las hembras generan unas feromonas que van atrayendo a los machos, una vez que salen de sus nidos”, explicó.
Se recomienda un control cuando se presenta en espacios pequeños, pues el esparcimiento de la infección es rápido.
