TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En el tramo más despejado del anillo periférico y que el recorrido de los conductores es acompañado por enormes ricos de piedras, era un eminente peligro.
Esto se debía a que las enormes rocas que estaban a punto de caer del talud, que se ubicaba en los alrededores de la colonia Arturo Quezada.
Para eliminar este riesgo para los conductores y los peatones que cruzaban por la zona, el personal del Comité de Emergencia Municipal (Codem) y de la Unidad de Respuesta Inmediata (URI) de Copeco realizaron los trabajos en el lugar.
Por lo que durante la noche del sábado y la madruga del domingo el personal realizó los trabajos para desprender las gigantescas rocas y evitar que estas causaran un accidente.
Ingrid Flores, titular de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgo (Umgir), expresó que estos trabajos se realizan de forma preventiva antes de la llegada del invierno para evitar que se presenten desastres mayores en la capital.
Las rocas de varias toneladas de peso fueron destruidas y retiradas de la zona, por lo que el paso ya está habilitado en la zona.
En este tramo del periférico desde hace varios meses se reportaron pequeños desprendimiento de rocas que no causaron daños mayores.