TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Lo perdieron todo, menos las esperanzas. Sin embargo, ante la desidia y el aletargamiento de las autoridades locales, la confianza se ha ido desvaneciendo.
A pocos días de iniciar el año escolar, 18 familias permanecen albergadas en el Centro de Educación Básica (CEB) Monseñor Jacobo Cáceres de la Aldea de Suyapa.
En total son 61 personas, de los cuales 20 son menores de edad. Este grupo de personas perdieron sus viviendas debido a la activación de una falla geológica que llenó de pronunciadas fisuras sus propiedades.
Desde octubre de 2018, las familias fueron evacuadas por las autoridades de la comuna capitalina y los elementos de la Comisión Permanente de Contingencias de Honduras (Copeco).
En octubre eran 22 las familias albergadas, pero debido a que su reubicación ha demorado más de lo estimado cuatro de ellas han dejado el albergue y han buscado ayuda de familiares.
Lo que más lamentan las personas que se refugian en este improvisado albergue es que los inadaptados sociales han comenzado a ingresar a sus viviendas abandonadas para saquearlas.
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Inicio de clases
Maria Socorro Ponce, una de las afectadas, lamentó también que debido a que ya inicia el año escolar, el albergue deberá ser desocupado antes del fin de mes pues no quieren afectar el estudio de los escolares.
“Nosotros no queremos problemas, pero hemos enviado tantas notas a la Alcaldía, no nos dan respuesta”, informó Ponce.
El primer regidor Juan Carlos García aseguró que este viernes sostendrá una reunión con el Cómite de Emergencia Municipal (Codem) y con el departamento Legal y la Gerencia de Catastro para determinar acciones y dar solución a estas personas. Ya se tienen identifados los seis primeros predios.
A pocos días de iniciar el año escolar, 18 familias permanecen albergadas en el Centro de Educación Básica (CEB) Monseñor Jacobo Cáceres de la Aldea de Suyapa.
En total son 61 personas, de los cuales 20 son menores de edad. Este grupo de personas perdieron sus viviendas debido a la activación de una falla geológica que llenó de pronunciadas fisuras sus propiedades.
Desde octubre de 2018, las familias fueron evacuadas por las autoridades de la comuna capitalina y los elementos de la Comisión Permanente de Contingencias de Honduras (Copeco).
En octubre eran 22 las familias albergadas, pero debido a que su reubicación ha demorado más de lo estimado cuatro de ellas han dejado el albergue y han buscado ayuda de familiares.
Lo que más lamentan las personas que se refugian en este improvisado albergue es que los inadaptados sociales han comenzado a ingresar a sus viviendas abandonadas para saquearlas.
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Maria Socorro Ponce, una de las afectadas, lamentó también que debido a que ya inicia el año escolar, el albergue deberá ser desocupado antes del fin de mes pues no quieren afectar el estudio de los escolares.
“Nosotros no queremos problemas, pero hemos enviado tantas notas a la Alcaldía, no nos dan respuesta”, informó Ponce.
El primer regidor Juan Carlos García aseguró que este viernes sostendrá una reunión con el Cómite de Emergencia Municipal (Codem) y con el departamento Legal y la Gerencia de Catastro para determinar acciones y dar solución a estas personas. Ya se tienen identifados los seis primeros predios.