TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La capital de Honduras llega hoy a sus 442 años de historia sumida en una crisis sanitaria, atiborrada de retos y con una carga de deudas por cumplir.
Con un panorama gris se conmemora el cumpleaños de Tegucigalpa, la ciudad que es testigo del esfuerzo diario de sus pobladores por sobrellevar lo duro que se ha vuelto habitar en ella.
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Este año la celebración es diferente por las obligatorias medidas de distanciamiento social establecidas para evitar la propagación del covid-19.
No habrá procesiones ni corte de pastel y mucho menos fiesta, pero sí oportunidad para reflexionar sobre las prioridades que deben guiar a la ciudad a una ruta de modernidad.
Agua, la eterna deuda
Los veranos de los últimos 10 años han sido severos en racionamientos, la falta de agua se ha agudizado. Este año, los capitalinos tuvieron que esperar cada nueve días para que, con suerte, sus grifos comenzaran a gotear el vital líquido.
El mismo alcalde de la ciudad, Nasry Asfura, reconoció en el evento la conmemoración del Día de Independencia Patria que la capital necesita 125 millones de metros cúbicos para cubrir la cada vez más creciente demanda de la ciudadanía.
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Con sus dos represas La Concepción y Los Laureles, plantas de tratamiento, reservorios y pozos solo se producen en la actualidad 80 millones de metros cúbicos, que refleja un importante déficit de 45 millones de metros cúbicos.
El director ejecutivo de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), Silvio Larios, consideró que a pesar de la accidentada topografía de la ciudad, la naturaleza ha sido noble con Tegucigalpa al dotarla de ríos y quebradas.
“El tema del agua ha sido olvidado por décadas y siempre solo en el verano nos acordamos, hemos visto cómo se ha descuidado el ambiente, entonces no podemos tener agua si no se cuida el ambiente primero”, valoró.
Las autoridades locales han anunciado la ejecución de proyectos a mediano plazo para mejorar el servicio de agua.
Al menos tres obras de las que ya se recibieron ofertas para su construcción podrían captar unos 22.5 millones de metros cúbicos. La esperanza sigue puesta en un embalse como el del Río del Hombre con capacidad de 40 a 50 millones de metros cúbicos.
Larios afirmó que los proyectos que se tienen programados ejecutar para mejorar el abastecimiento de agua son oportunos, pero que es recomendable ejecutar proyectos pequeños y de alto impacto que puedan dar soluciones en 12 y 18 meses.
Más avanzados
Entre los proyectos que se tiene prometido ejecutar, el más avanzado en planes es la construcción de un embalse en el río San José. La Alcaldía analiza las ofertas para decidir cuál será la empresa ejecutora. Con este embalse se podrán sumar un promedio de 12.5 millones de metros cúbicos. Está planeado para que entre en funcionamiento en 2023.
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Otro de los proyectos es un reservorio de agua en Rancho Viejo, cerca de El Hatillo, con el que se busca abastecer de agua a las zonas que se suministran de El Picacho. También un microembalse en el río Guacerique, entre ambos podrán captar 10 millones de metros cúbicos.
Estos proyectos se encuentran en proceso de adjudicación.
Jorge Aldana, octavo regidor municipal, admitió que es importante convertir a la ciudad en un lugar para los ciudadanos y dotar de agua es uno de los principales retos. Con los proyectos que se está por adjudicar se podría mejorar el suministro por al menos 15 años.
Obras necesarias
Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), avaló que se debe mejorar la red de distribución de agua y saneamiento.
“Se debe construir un gran embalse para que se brinde suministro a la ciudad más grande de Honduras”, advirtió.