Tegucigalpa, Honduras
Sentados en primera fila, esperando escuchar su nombre de la voz del vicealcalde capitalino, Juan Carlos García, doña Lidia y don Santos sellaron su amor de más de cinco décadas.
Provenientes de la Aldea Guasculile, Francisco Morazán, la abnegada Lidia Sierra de 70 años de edad le dio el sí a su amado Santos Rubén Valladares de 84, en las bodas gratis de la Alcaldía Municipal, tras vivir en unión libre 52 largos años.
'Al fin llegó el día. El tiempo de Dios es perfecto y él quiso que hoy nos casáramos', expresó la septuagenaria.
Con su cabello repleto de canas, sentado en una silla de ruedas y de la mano se su único amor, don Santos Rubén, con un poco de dificultad para hablar, hizo su mayor esfuerzo para expresar el inmenso sentimiento que le merece su ahora esposa ante las leyes.
'Ya nos dieron la constancia de matrimonio, ahora estamos más que seguros que estaremos juntos para toda la vida', dijo el cariñoso cónyuge.
La pareja ha procreado cinco hijos, no obstante, solamente uno pudo estar presente en la ceremonia de unión, ya que otro no pudo obtener permiso de su trabajo, y los demás viven fuera del país.
Convertidos en la sensación del día, donde 70 parejas se unieron en matrimonio civil, estos abuelitos fueron los últimos en salir, tras esperar el taxi que los llevaría de regreso a su caluroso hogar.
Sentados en primera fila, esperando escuchar su nombre de la voz del vicealcalde capitalino, Juan Carlos García, doña Lidia y don Santos sellaron su amor de más de cinco décadas.
Provenientes de la Aldea Guasculile, Francisco Morazán, la abnegada Lidia Sierra de 70 años de edad le dio el sí a su amado Santos Rubén Valladares de 84, en las bodas gratis de la Alcaldía Municipal, tras vivir en unión libre 52 largos años.
'Al fin llegó el día. El tiempo de Dios es perfecto y él quiso que hoy nos casáramos', expresó la septuagenaria.
Con su cabello repleto de canas, sentado en una silla de ruedas y de la mano se su único amor, don Santos Rubén, con un poco de dificultad para hablar, hizo su mayor esfuerzo para expresar el inmenso sentimiento que le merece su ahora esposa ante las leyes.
'Ya nos dieron la constancia de matrimonio, ahora estamos más que seguros que estaremos juntos para toda la vida', dijo el cariñoso cónyuge.
La pareja ha procreado cinco hijos, no obstante, solamente uno pudo estar presente en la ceremonia de unión, ya que otro no pudo obtener permiso de su trabajo, y los demás viven fuera del país.
Convertidos en la sensación del día, donde 70 parejas se unieron en matrimonio civil, estos abuelitos fueron los últimos en salir, tras esperar el taxi que los llevaría de regreso a su caluroso hogar.