Tegucigalpa,Honduras
Decenas de sonrisas dibujadas en rostros infantiles y miradas colmadas de sorpresa y gratitud fueron el resultado de una exitosa jornada de solidaridad en dos jardines de niños de la capital.
En una fraternal unión entre EL HERALDO con su insigne campaña La Maratón del Saber y la organización Capacitación, Educación, Producción, Unificación, Desarrollo y Organización (CEPUDO), capítulo Francisco Morazán, fueron beneficiados 127 menores de la capital.
Los pequeñines son estudiantes del Jardín de Niños Regina Cáceres, ubicado en la colonia Reynel Fúnez, y del Centro de Educación Prebásica Alameda, ubicado dentro de la Escuela República de Honduras de la colonia Alameda.
Gritos de emoción
Los vehículos cargados de gestos de solidaridad hicieron la primera estación en el Centro de Educación Prebásica Alameda.
El centro escolar posee una matrícula de 70 infantes, a quienes se les apoyó con la entrega de un paquete de cuadernos, lápices, sacapunta y borrador.
“¡Qué lindos cuadernos!” y “¡Ya tengo cuadernos para hacer las tareas!” fueron algunas de las frases que expresaron con entusiasmo los niños al recibir el paquete escolar.
Las aulas de este centro educativo muestran la dedicación de los padres de familia y de los docentes por brindarles mantenimiento, pero su mobiliario deteriorado contrastaba con la excelencia del centro educativo.
De manera que la organización CEPUDO donó 18 mesas y 72 sillas para que los menores sustituyeran las deterioradas sillas de madera y las mesas llenas de carcoma por modernas y nuevas sillas y mesas especiales para que puedan recibir su formación.
“Nosotros ya habíamos hecho solicitudes, pero no habíamos tenido respuesta y los niños y nosotros nos sentimos felices por este aporte”, manifestó Daysi Zelaya, directora del centro educativo.
“Sillas suavecitas”
La ruta solidaria tomó rumbo al sur de la capital, a la colonia Reynel Fúnez.
En el Jardín de Niños Regina Cáceres fue la segunda parada para continuar con la entrega de recursos escolares.
En este centro educativo, 57 estudiantes recibieron un kit escolar y se equipó con 60 sillas y 15 mesas escolares.
Durante la entrega, cada niño cambió las dañadas sillas de madera, algunas sin respaldar y sin asiento por sillas de plástico.
“Son sillas suavecitas, me gustan y los cuadernos también están bien bonitos”, expresó con alegría Alejandra Oyuela, de cinco años de edad.
Por su parte, Óscar Betanco, voluntario de CEPUDO, invitó a los estudiantes a que cuiden el mobiliario que fue donado durante las jornadas solidarias. Además motivó a los escolares para que persistan en sus estudios. También se informó que ambos centros educativos recibirán apoyo de la noble organización para continuar el proyecto de merienda escolar