TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La historia de Marlon Martínez y el velero “Rosalinda” ha conmovido a miles de hondureños en medios de comunicación y redes sociales. La impresionante embarcación construida por este soñador capitalino ha cautivado a propios y extraños en medio de la odisea que vive tras quedar varada en la colonia El Reparto.
El velero llamado “Rosalinda” en honor a su incondicional compañera de vida representa un sueño por el que Marlon ha trabajado por casi siete años y que hoy está en riesgo de tener un triste final debido a su salida de emergencia para ponerlo a salvo de la falla geológica que afecta el sector y la falta de ayuda de las autoridades para poder trasladarlo hacia un lugar seguro y poder normalizar el tránsito por la zona.
Luego de una incansable búsqueda por la popular colonia de empinadas calles y pronunciadas curvas, el equipo periodístico de EL HERALDO logró adentrarse en El Reparto para conocer de primera mano la historia del hombre que construyó la embarcación, quien podría ver frustrado su sueño de navegar a bordo de ella.
En las cercanías de la estación de buses, un cordón de seguridad y el resguardo de fuerzas de seguridad dan la bienvenida a la zona de la odisea. El velero, que en la tarde del viernes partió del hogar de Marlon, vio frustrada su ruta luego de una falla mecánica del camión que lo remolcaba.
“El día viernes lo estábamos sacando y como pueden ver lastimosamente se nos quedó varado, pues hicimos un mal cálculo con el movimiento del camión y debido a eso quedó varado. Estamos trabajando en tratar de ver cómo lo movemos”, señaló Marlon a EL HERALDO mientras era asistido por sus amigos en el intento de moverlo a una zona segura sin causar daños.
Un trabajo de años
Más adentrado en la historia detrás del velero, Marlon relató cómo surgió la idea de construir esta embarcación y su sueño de poder navegar en ella después de varios años de experiencia en la elaboración de este tipo de proyectos y otras construcciones.
“Es algo que planeé por seis años y ya después el año pasado, para los últimos días de octubre, fue cuando se inició con los arcos del velero y llevar a cabo todo el trabajo que pueden ver”, describió Martínez.
“Yo realicé el diseño, lo descargué de Internet, entonces ya después hice modificaciones porque no puedes hacerlo igual a un plan original de otro país. Yo he participado en varias construcciones, he vivido eso y tengo un poquito de experiencia en cuanto a construcción”, agregó.
Posteriormente, narró con mucho sentimentalismo la razón del nombre del velero: “Ella (Rosalinda, su esposa) es la que me ha dado todo este tiempo, sería injusto de mi parte negarle el nombre, de ponerle todo este tiempo”.
En la plática con EL HERALDO, Marlon resaltó que la nave cuenta con las revisiones hechas por autoridades navales y además ya cuenta con el registro para poder navegar por las aguas.
Ahora, en medio de una odisea, el capitalino ruega por el apoyo y ayuda para poder trasladar a “Rosalinda” de forma segura y cumplir un sueño que le ha tomado muchos años poder llevar a cabo.
¿Cómo está hecha la construcción?
El velero “Rosalinda” cuenta con un esqueleto de hierro en su casco que resalta por los colores blanco, rojo y azul. En la embarcación que reposa sobre un troco en una empinada pendiente se pueden ver algunos acabados en madera y un sistema de tuberías para garantizar su óptima navegación.
En su interior hay tesoros interesantes: el lugar donde se colocarán las velas, dos habitaciones, un área de cocina y baños para hacer que la experiencia a bordo sea inolvidable.
El gigante de hierro, llamado también como “El Titanic” por los habitantes de El Reparto reposa imponente en las cercanías de la terminal de buses, pero la falta de respuestas podría provocar que esta obra tenga que ser sacrificada debido a que obstaculiza el tránsito vehicular y está rozando cables de alta tensión del alumbrado público.
En medio de una odisea y un mar de dudas, Marlon expuso su tristeza por la situación que afecta a los vecinos de El Reparto y luce resignado a tener que cortar la quilla y la cabina del barco para poder reducir su altura y evitar dañar el cableado del lugar.
Falta de respuestas
El constructor del velero dijo sentirse engañado por las autoridades y lamentó la falta de respuestas para poner a salvo una construcción histórica en el país.
“La gente del Ejército y Copeco me hicieron una ilusión muy grande de que me iban a apoyar y todo eso, pero ahora puedes ver a tu alrededor, no hay nada”, señaló.
“Lamentablemente, está tomada la decisión de sacrificar las piezas del barco, es lamentable, es como cortarse una rodilla, pero va a tocar hacer algo debido a que las autoridades no me apoyaron en esto, Tengo que buscarle una solución a esto”, cerró Marlon Martínez.
El constructor del velero “Rosalinda” tiene aún un mínimo rayo de esperanza para que las piezas de su embarcación no sean desarmadas. Urge un verdadero apoyo de las autoridades competentes del caso para poner a salvo una histórica construcción realizada por un ciudadano que quiso cumplir su sueño.