Los útiles escolares entraron a los estantes de remate y fueron sustituidos por diminutos bañadores, sombrillas y accesorios de playa.
El verano llegó y a menos de un mes que la Semana Santa toque las puertas de los capitalinos, ya se avivó el comercio de la temporada que es una invitación a disfrutar del sol, mar y arena.
El frenesí de las vacaciones que seduce a unos 800 mil capitalinos, quienes abandonan la ciudad para disfrutar de las paradisíacas playas del interior del país, es aprovechado por los comerciantes para ofrecer una amplia gama de productos veraniegos.
Fernando Berríos, un comerciante de la salida al norte, asegura que los rubros que más generan ganancias son los inflables, ropa, sandalias y mariscos.
Es por ello que desde ya colmó su negocio de artículos de segunda mano para el hogar, con una variedad de piscinas, flotadores y pelotas de playa de todos los tamaños y precios.
“Los días de semana no hay mucho movimiento, pues apenas se venden entre dos a tres piscinas, pero los fines de semana pasamos a colocar entre 10 a 15”, expresó.
Pese al repunte en sus ventas, asegura que aún no se puede augurar que será un año de cuantiosas ganancias, pues son los días previos a la Semana Mayor los que determinan el monto de los ingresos.
El mismo pronóstico reservado comparten los vendedores de los cinco mercados del centro de la ciudad gemela.
Gerardina Díaz, propietaria de un negocio de ropa, asegura que el año pasado las ventas estuvieron por debajo del 20 por ciento en relación a los cuatro anteriores.
“Todo pasa por la capacidad de la gente de comprar y en este momento muchos se han quedado desempleados y eso afecta las ventas”, afirmó.
Empero, los comerciantes siempre le apuestan al optimismo y desde ya renovaron sus inventarios con lo último de la temporada.
Eliseo Castro, presidente de la Asociación de Empresarios de Comayagüela, detalló que en los mercados se mueve un flujo diario de efectivo de 30 millones de lempiras.
La cifra durante la época de verano se incrementa en un 60 por ciento, pues alcanza los 50 millones diarios, reveló.
Y es que los mercados San Isidro, Colón, Zonal Belén, Álvarez y Quinta Avenida aglutinan 10,700 establecimientos comerciales que atraen al 70 por ciento de los compradores de la capital.
Además la presencia de 25 centros educativos en los alrededores del área de ventas contribuyen al empuje comercial.
Los precios
La oferta de precios por debajo de los que se cotizan en los grandes centros comerciales resulta otro atractivo para los compradores de clase baja-media.
Para el caso, una piscina para cuatro personas que en una tienda por departamentos se cotiza a 1,200 lempiras se puede encontrar por solo 800 en un puesto de los mercados.
Los flotadores para proteger a los pequeñines que no saben nadar se venden entre 50 y hasta 200 lempiras los que tienen formas de animales marinos como delfines y tortugas.
Los codiciados trajes de baño femeninos se distribuyen desde 100 a 300 lempiras, en comparación a los 150 o 500 estipulados en un centro comercial.
Y si no le intimida usar diminutos trajes de dos piezas, existen conjuntos por tan solo 50 lempiras.
Para los reyes del hogar los bañadores se ofrecen a precios desde los 50 a 150 lempiras con coloridas calzonetas, camisetas sin mangas y bañadores para niñas.
Las sandalias playeras se encuentran en diferentes colores y diseños, de acuerdo a su estilo se distribuyen entre 20 a 80 lempiras.
Preparativos
Para garantizar una masiva afluencia de compradores, los vendedores y empresarios de la zona sostienen reuniones con representantes de la Alcaldía y la Policía Nacional para coordinar la liberación de espacios peatonales y vehiculares.
Castro aseguró que se elabora un plan de trabajo basado en tres ejes; seguridad, ordenamiento de ambulantes y estaciones de transporte urbano e interurbano.
“A corto plazo logramos un acuerdo con los vendedores ambulantes para que no obstaculicen el tráfico vehicular y peatonal”, afirmó Castro.
A la vez que manifestó que se han ofrecido propuestas para mejorar la viabilidad en los mercados a largo plazo, mediante la identificación de 12 inmuebles abandonados donde se podrían reubicar a 4,000 comerciantes ambulantes.
Asimismo, se han identificado espacios en las afueras de los mercados para reubicar las terminales de transporte urbano e interurbano.
“No podemos mantener el tráfico de buses en los mercados por más tiempo ya que es insostenible el caos vial que se vive”, afirmó.
Según Castro, al solventar estos problemas mejoraría notablemente la seguridad en las calles y avenidas de Comayagüela, lo que a su vez representaría mayor afluencia de compradores.