LA PAZ, HONDURAS.- Es uno de los sitios más impresionantes del departamento de La Paz. Desde él se puede observar gran parte del casco urbano de la ciudad y de las comunidades del sur del municipio a través de un lente natural, un agujero redondo formado por rocas y una verde vegetación.
Este lugar es conocido como La Ventana y está ubicado en la parte alta de la comunidad de El Sauce, carretera hacia la aldea Los Ángeles.
Es muy visitado por los amantes de la fotografía y la aventura extrema para apreciar el amanecer y atardecer en su máxima expresión.
La Ventana es uno de muchos atractivos naturales que ofrece el mágico municipio de Opatoro, un lugar de origen lenca con una población de 7,500 habitantes.
Su territorio se ha convertido en una reserva natural con abundante bosque y agua, en donde los centinelas del recurso natural son los mismos pobladores.
Opatoro cuenta con balnearios que parecen sacados de cuentos de hadas como las piñas formadas por una caída de agua y una extensa poza de color verde turquesa.
También tiene la Laguna Pintada, llamada así porque parece una copia de un lugar encantado. Además, está El Barranco Chele y Aguas Termales de Mesetas, así como sus balnearios naturales.
Reserva biológica
La experiencia y aventura no solo está en el agua sino también en las cuevas del Silitre, usadas por sus antepasados como refugios, y la reserva biológica El CAM, en donde vive una gran variedad de aves exóticas.
“El CAM es nuestra reserva de área protegida donde hay aves que nunca hemos visto y todo nuestro territorio es encantador, aquí se ocupan varios días para poder visitar todos los sitios naturales y, como es una tradición desde nuestros ancestros, cuidamos los bosques y las fuentes de agua”, aseguró con orgullo la alcaldesa Dunia Martínez.
El casco urbano también es impresionante, aquí se puede apreciar el arte, los colores y tradiciones lencas que forman parte del patrimonio tangible e intangible de este maravilloso pueblo.
En él se encuentran la Iglesia Católica, el edificio municipal, el Centro de Educación Básica Minerva y el parque que refleja la cultura indígena.
En los alrededores hay hermosos caseríos con techos de teja y extensos campos verdes.
A 30 minutos del centro se encuentra la aldea de Flores, la más desarrollada de Opatoro, en donde hay una hermosa casa con tres alcobas en la parte superior, con techo de teja, un parque con área verde, escenario y un busto de la mujer lenca y laboriosa.
En la aldea a diario se escucha el cántico de los pájaros y se siente el fresco viento que sopla por las tardes.
Opatoro es un municipio seguro, productor de café, miel y vinos de frutas.