EL PARAÍSO, HONDURAS.- Unos la utilizan para sanarse de todo mal o botar el estrés, mientras que otros solo la ven como un tiempo de diversión en el agua, las
aguas termales de Oropolí, en el departamento de El Paraíso, parecen guardar un secreto de sanación.
Decenas de personas viajan hasta este remoto y escondido lugar cada año para limpiarse los males que los aquejan. Los poderes curativos que guardan estas calientes aguas aún son un misterio. Escuché de este lugar y no dudé en visitarlo, las aguas termales siempre son un lugar ideal para relajarse, pese a las altas temperaturas.
Para llegar a este hermoso lugar recorrimos los campos donde se siembran melones, las enormes plantaciones parecen proteger de extraños la fuente natural de agua. Una vez que arribé a las aguas, mis ojos se deslumbraron con tanta belleza natural, el color turquesa que resplandecía de las piscinas me robaron la atención de inmediato, tanto así que no encontraba el momento para darme un chapuzón.
Pero antes de sumergirme en el agua me dediqué a curiosear el lugar, caminé alrededor y lamenté no tener una hamaca en el carro para amarrarla bajo unos árboles para descansar un rato, el ambiente era ideal para tomar una siesta.
Veía a una señora que bañaba junto a sus nietos y otra pareja estaba con sus hijos disfrutando de un día en familia; hicieron un picnic improvisado. Esto me hizo pensar que es un lugar ideal para relajarse del bullicio de la ciudad en una zona que no está muy alejada.
Una vez visto el lugar, me puse ropa para bañar y me sumergí, el agua no estaba tan caliente como esperaba. Nadé por unos minutos, el agua era tan clara y mi cuerpo comenzó a relajarse. Conversé con unas oriundos del lugar y me comentaron que el agua en ese lugar es casi medicinal y que muchas personas visitan este encantador lugar de día o de noche por esas mismas razones.
El paisaje era perfecto, como sacado de una pintura, el misterio del cerro La Mesa lo hace aún más llamativo. Es importante mencionar que si decide visitar esta fuente de agua para “sanarse” lo haga pensando en la naturaleza.
Aquí no debe pagar entrada, solo tiene que traer su comida y agua potable para beber, por lo que es importante que no bote la basura cerca del agua o en los alrededores, lleve contigo una bolsa y deposite sus desechos para cuidar este encantador lugar que Dios nos regaló y para que lo sigan disfrutando las siguientes generaciones, no solamente oriundos del lugar, sino para todos aquellos que lo quieran conocer.
Decenas de personas viajan hasta este remoto y escondido lugar cada año para limpiarse los males que los aquejan. Los poderes curativos que guardan estas calientes aguas aún son un misterio. Escuché de este lugar y no dudé en visitarlo, las aguas termales siempre son un lugar ideal para relajarse, pese a las altas temperaturas.
Para llegar a este hermoso lugar recorrimos los campos donde se siembran melones, las enormes plantaciones parecen proteger de extraños la fuente natural de agua. Una vez que arribé a las aguas, mis ojos se deslumbraron con tanta belleza natural, el color turquesa que resplandecía de las piscinas me robaron la atención de inmediato, tanto así que no encontraba el momento para darme un chapuzón.
Pero antes de sumergirme en el agua me dediqué a curiosear el lugar, caminé alrededor y lamenté no tener una hamaca en el carro para amarrarla bajo unos árboles para descansar un rato, el ambiente era ideal para tomar una siesta.
Veía a una señora que bañaba junto a sus nietos y otra pareja estaba con sus hijos disfrutando de un día en familia; hicieron un picnic improvisado. Esto me hizo pensar que es un lugar ideal para relajarse del bullicio de la ciudad en una zona que no está muy alejada.
Una vez visto el lugar, me puse ropa para bañar y me sumergí, el agua no estaba tan caliente como esperaba. Nadé por unos minutos, el agua era tan clara y mi cuerpo comenzó a relajarse. Conversé con unas oriundos del lugar y me comentaron que el agua en ese lugar es casi medicinal y que muchas personas visitan este encantador lugar de día o de noche por esas mismas razones.
El paisaje era perfecto, como sacado de una pintura, el misterio del cerro La Mesa lo hace aún más llamativo. Es importante mencionar que si decide visitar esta fuente de agua para “sanarse” lo haga pensando en la naturaleza.
Aquí no debe pagar entrada, solo tiene que traer su comida y agua potable para beber, por lo que es importante que no bote la basura cerca del agua o en los alrededores, lleve contigo una bolsa y deposite sus desechos para cuidar este encantador lugar que Dios nos regaló y para que lo sigan disfrutando las siguientes generaciones, no solamente oriundos del lugar, sino para todos aquellos que lo quieran conocer.