Los dinosaurios herbívoros que poblaban la Tierra hace 150 millones de años habían evolucionado para no tener problemas con los dientes rotos, puesto que estos volvían a nacer todos los meses, según un estudio estadounidense aparecido este miércoles.
Los científicos analizaron los fósiles de dos de los mayores herbívoros que se conoce vivieron en el continente norteamericano: el diplodocus y el camarasaurus y encontraron que sus dientes se renovaban al ritmo de una vez al mes.
Estos grandes dinosaurios disponían incluso de 'dientes de seguridad', como los humanos tienen dientes de leche que son reemplazados por los de la edad adulta, según afirma una investigación publicada por la revista PLOS ONE.
'Un saurópodo de casi 30 metros de largo podía tener un nuevo diente en cada emplazamiento cada uno o dos meses, a veces mucho más rápido', estima Michael D'Emic, investigador de la Universidad Stony Brook de Nueva York.
'Los saurópodos tenían una aproximación que privilegiaba la cantidad más que la calidad en lo que se refiere a los dientes, frente a la posición de los grandes mamíferos de nuestros días', añade.
Los científicos pudieron llegar a esta conclusión al estudiar los distintos estratos de materia dental por debajo del esmalte de los dientes que ya habían salido.
Los camarasaurus tenían por ejemplo hasta tres recambios de dientes de leche en cada emplazamiento de dientes. Estos eran sustituidos cada 62 días de media, según el estudio.
Los diplodocus tenían por su parte hasta cinco recambios de dientes cada uno y caían cada 35 días.
Estos grandes herbívoros debieron adaptarse porque engullían enormes cantidades de comida, que arrancaban de los árboles o de hierbas espesaas. Esto acababa rápidamente con su dentadura.