Greta Hokanson es una mujer que gracias al acto heroico de un extraño pudo sobrevivir al cáncer, una enfermedad que el 80% de la población ha padecido y de la cual muy pocos logran sobrevivir.
Según relatan los medios estadounidenses, en 2006 la única solución para salvar su vida era un trasplante de médula ósea, una cirugía de alto riesgo y para colmo ninguna de sus dos hermanas era compatible.
Después de registrarse en la lista de candidatos a trasplante y gracias a una fundación que ayuda a concretar las donaciones, Hokanson decidió operarse.
La cirugía fue un éxito y un año más tarde, Greta y su donante, Danny Daniels, se conocieron en persona.
“Antes de conocerlo, él era este increíble hombre que me dio su médula ósea. Fue increíble verlo justo frente a mí”, comentó Greta Hokanson a un diario local, en aquel momento.
Diez años más tarde, en octubre del 2015, Greta se casó con Tony Hokanson, y fue acompañada por 260 familiares y amigos, entre ellos Daniels.
Aunque sólo se vieron una vez, mantuvieron contacto a través de Facebook y correo electrónico, y su presencia en la boda fue muy importante para Hokanson.
“Tenía un sistema de confirmación en línea, y cuando recibí su respuesta con el mensaje: 'No podemos esperar para verte' mi mandíbula cayó, mis ojos se llenaron de lágrimas y llamé a Tony, quien estaba tan emocionado como yo, porque no conocía a Danny”, expresó Greta.
Greta y Danny bailaron Angels Among Us (“Ángeles entre nosotros”), y sin duda fue uno de los momentos más emotivos del enlace.
No había un ojo seco en el lugar mientras bailaron, asegura una reportera que presenció el acontecimiento.
Para Daniels, la mejor parte del día fue ver que la nueva señora Hokanson vivía la vida normal que él deseaba para ella.
“Estaba muy orgulloso, como cualquier padre estaría. Sentía que mi propia hija se estaba casando”, concluyó Daniels.