Jazz Mott y su esposo, Garry, recibieron una multa de 3,300 dólares y cuando la pareja quiso saber el motivo de las acusaciones su sorpresa fue mayor al conocer que los agentes los acusaban de haber ido a la playa durante el confinamiento.
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Tras atar cabos se dieron cuenta que todo fue un desagradable malentendido ya que a principios de abril, Jazz había publicado en su Facebook algunas fotografías de un viaje que realizó junto a su esposo a un puerto cercano en junio del año pasado.
'Me quedé estupefacta cuando me entregaron la multa', explicó la mujer a la edición australiana de Daily Mail. 'Las fotos eran de nuestro viaje a Lakes Entrance en junio del año pasado', agregó.
Según continuó diciendo, se tardó casi un año en postear las fotografías ya que las encontró por casualidad en un disco duro que había olvidado que tenía.
Tras explicar la insólita historia en la comisaría, los agentes olvidaron la multa pero les advirtieron que no compartan fotografías que se puedan malinterpretar durante el confinamiento.
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