La peor y más graciosas sorpresa de su vida se llevó una familia en Estados Unidos luego de realizarse una sesión de fotos con una chica que pensaban era profesional.
Y es que tras recibir las fotografías, ya editadas, por parte de la fotógrafa no pararon de reír y mostrarlas a sus amigos en las redes sociales.
En la publicación que hizo Pam Dave Zaring, la chica comentó que habían pagado 250 dólares para capturar un momento único con su familia.
“¡Okay! Esto no es un juego. Le pagamos a una fotógrafa, que dijo ser profesional 250 dólares por una sesión de fotos familiar. Por favor miren las fotos reales que ella nos entregó”, decía en el inicio de su publicación en Facebook.
Agregó: “Ella nos dijo que las sombras eran realmente malas en ese hermoso, claro y soleado día y que además su profesor nunca le enseñó a retocar fotos”.
Asimismo le dijo a sus amigos en las redes que pueden compartir las fotos, además que aseguró hace años no se reía como lo hizo.
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