LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS.-No intente esto en casa: una adolescente de 17 años logró ahuyentar a una osa tras empujarla con sus propias manos cuando el animal, trepado en el muro de su patio trasero en el sur de California, atacaba a sus perros.
Las imágenes del inesperado y potencialmente peligroso encuentro fueron captadas por una cámara de seguridad de la casa y se emitieron en varias cadenas de televisión estadounidense.
Hailey Morinico y su madre estaban haciendo jardinería en su casa de Bradbury, al noreste de Los Ángeles, cuando una osa negra trepó sobre un muro bajo, seguida por sus dos oseznos.
La intrusión alertó inmediatamente a los perros de la familia Morinico, que se precipitaron al pie del muro bajo, ladrando a los osos. Mientras los dos oseznos huían, su madre cubría la retirada manteniendo a raya a los perros con sus patas.
Cuando se dio cuenta del altercado, Hailey Morinico acudió rápidamente a defender a sus perros. 'Corrí a ver a qué le ladraban y no era un perro, era un oso', dijo a la cadena de televisión local KTLA.
Las imágenes del inesperado y potencialmente peligroso encuentro fueron captadas por una cámara de seguridad de la casa y se emitieron en varias cadenas de televisión estadounidense.
Hailey Morinico y su madre estaban haciendo jardinería en su casa de Bradbury, al noreste de Los Ángeles, cuando una osa negra trepó sobre un muro bajo, seguida por sus dos oseznos.
La intrusión alertó inmediatamente a los perros de la familia Morinico, que se precipitaron al pie del muro bajo, ladrando a los osos. Mientras los dos oseznos huían, su madre cubría la retirada manteniendo a raya a los perros con sus patas.
Cuando se dio cuenta del altercado, Hailey Morinico acudió rápidamente a defender a sus perros. 'Corrí a ver a qué le ladraban y no era un perro, era un oso', dijo a la cadena de televisión local KTLA.
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'Lo primero que pensé fue empujar al oso. Y funcionó', dijo la joven.
Tras perder el equilibrio, la osa cayó del muro y encontró a sus oseznos. Todos huyeron.
Hailey Morinico salió del encuentro con sólo un esguince en el dedo, pero ahora es consciente del peligro que corrió: 'No hagas lo que yo hice, puede que no acabe igual', dice.
Un experto en fauna salvaje estimó que la osa negra pesaba unos 75 kg y que sus oseznos tenían pocos meses.
