Tegucigalpa. Cada uno de nosotros posee un autoconcepto sobre sí mismo y este afecta prácticamente a todas las áreas de nuestra vida, incluyendo, por supuesto, la sexualidad y la forma de relacionarlos a nivel afectivo o sentimental. El disfrute sexual depende de múltiples factores, pero uno de los más importantes es la autoestima. La sexualidad es quizá el aspecto más íntimo de nosotros mismos, sentirnos seguros y aceptados hará que nos acerquemos a esta sin miedo y con tranquilidad.
En el terreno sexual, y en lo referente a la autovaloración, hay diferencias en los hombres y las mujeres.
HOMBRES: les preocupa principalmente su destreza sexual, su habilidad y el disfrute de su pareja. Por eso a él suele generarle ansiedad y preocuparle si su pene está en erección, si su eyaculación es lenta o rápida. Y suelen ser estas inseguridades las que afectan la autoestima del hombre.
MUJERES: a ellas, en cambio, es más frecuente que les preocupe su físico y si este se asemeja o no con los modelos que se imponen desde la sociedad y los medios. Ella duda con frecuencia de que a su pareja sexual le guste o no su cuerpo y todas estas inseguridades pueden dificultar el placer y el bienestar durante el encuentro.