TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El mundo tiene un plan claro de sostenibilidad y la industria automotriz no podía alejarse de él. A partir de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó en 2015, los países han trabajado para avanzar en 17 puntos que ayudarán al planeta y a sus habitantes.
Bajo ese tenor, los gobiernos lanzaron distintas normas para orillar a los constructores a reducir las emisiones en los vehículos, algo que fue bien recibido por las armadoras.
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Uno de los primeros actos para cumplir con ello fue el “downsizing”, que consistió en disminuir el número de cilindros en los motores, para que también fuera a la baja la emisión de dióxido de carbono, por lo que fue común ver autos con solo 3 cilindros.
En muchos casos esto no afectó la potencia, pues la industria optó usar otras tecnologías, como el turbo. Sin embargo, en ese tiempo también hubo alteraciones en la dispersión del óxido de nitrógeno, algo que también ya está controlado.
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A partir de ahí muchas armadoras volvieron a crecer sus motores -aunque es cierto que cada vez es más difícil encontrar V10- no sin antes emplear nuevas estrategias que mantuvieran el máximo permisible de emisiones.
Ahora, el trabajo de la industria en el desarrollo de sus tecnologías, electrificación y combustibles cero emisiones, ayudará a darle al planeta un respiro.
