TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Los abdominales empiezan en la cocina”, reza una de las consignas de Ronerd Zaldaña, entrenador personal y coach de vida. Según él, más allá de entregarse con devoción a la práctica de abdominales tradicionales, el estilo de vida, especialmente la dieta, influye a la hora de esculpir el área.
“Entrenar durante una hora cualquiera lo puede hacer, pero el verdadero esfuerzo está en lo que ingerimos en las siguientes 23 horas. En otras palabras, la nutrición es la base. Hay que desligarnos de la idea de que por hacer ejercicio físico podemos comer lo que sea”, explica.
En esa línea, Zaldaña aconseja seguir una dieta rica en proteínas, preferiblemente de origen natural “y si es de animal solo incluir carnes blancas. Por ejemplo, opte por proteínas magras enteras como la pechuga de pollo a la parrilla en lugar de embutidos o ensaladas de atún, ya que las rojas son fuente de grasas saturadas que se acumulan fácilmente y dificultan alcanzar un abdomen tonificado y plano. Es mejor obtener las grasas provenientes también de origen vegetal, ya que son las que nuestro organismo más necesita y se digieren mejor y más rápido debido a que traen su propia fibra para el tránsito intestinal”, apunta.
Incluso para combatir la inflamación abdominal es importante optar por alimentos que tengan menos probabilidades de causar problemas estomacales. Por ejemplo, en lugar de comer panes etiquetados como “bajos en carbohidratos” o incluso “bajos en calorías”, opte por el pan integral, que contiene menos ingredientes y es mucho más saludable para usted.
Alimentos como los embutidos tienden a estar cargados de sodio y pueden hacer que su cuerpo retenga agua, lo que causa hinchazón. Los expertos también advierten que no hay que consumir mucha proteína (alrededor de 4 a 6 onzas) de una sola vez, porque demasiada también puede causar hinchazón.
Cuidar la alimentación para evitar o reducir la grasa abdominal pasa por una fórmula consabida: comer mucha verdura, mantener una hidratación adecuada y limitar el consumo de grasas.
En cuanto al entrenamiento, Zaldaña sugiere una dieta equilibrada y propone un programa de entrenamiento de 3 a 4 días a la semana, permitiendo el descanso necesario para la recuperación.
Resalta la importancia de incorporar ejercicios que abarquen fuerza, resistencia cardiovascular, flexibilidad y técnicas de relajación y respiración, considerándolos como pilares esenciales para un desarrollo físico y metabólico óptimo del cuerpo
Punto que debe considerar
La variabilidad genética desempeña un papel crucial en la forma en que diferentes individuos responden al ejercicio y acumulan grasa. No todos los cuerpos reaccionan de la misma manera y la genética influye en la distribución de la grasa, lo que puede afectar la capacidad de tonificación abdominal.