TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Es un hecho indiscutible: la nutrición juega un rol imprescindible en el bienestar integral de una familia. Sin embargo, pese a manejar con detalle todas las consignas nutricionales, fomentar los pilares de una dieta balanceada en cada miembro del hogar no es nada fácil, especialmente cuando las exigencias del día a día minan todo esfuerzo.
Pero no se desanime; realizar cambios pequeños y simples en su rutina puede tener un impacto colectivo positivo. Según especialistas, acciones simples como reservar tiempo en la agenda para las comidas familiares pueden ayudar a que los menores consuman alimentos más nutritivos.
Otro ajuste viable es mantener las verduras lavadas y al alcance visual de todos. Podría, por ejemplo, colocar verduras como pepinos, tomates y zanahorias en los primeros estantes del refrigerador. Esto será un atractivo por defecto.
Las manzanas, peras, naranjas o cualquier fruta de temporada también deben ser colocadas en puntos focales. Dé el ejemplo. Un niño que vea a sus padres preparar alimentos de forma saludable adoptará sus costumbres. Y para un impulso adicional, mueva las chucherías o conservas fuera de la línea de visión o guárdelas en la parte posterior de los estantes.
Ahora, en lugar de sal, utilice el zumo de limón o naranjas agrias, pimienta y una mezcla de hierbas y especias; esto aporta un toque de sabor excepcional.
Una recomendación más básica es no servir la cena después de las 8:00 de la noche, debido a que hacerlo puede influir en su peso.
En cuanto a las porciones en el plato, debe haber, al menos, un 50% de verduras y hortalizas completas, junto con proteínas y grasas saludables. Y, finalmente, no asuma que sus hijos no comerán “comida de adulto”. Haga uso de su ingenio y aléjelos de los menús infantiles clásicos. Usted les dará la pausa de su estilo de vida. Pautas útilesAntes de comprar cualquier producto con conservantes, lea la información nutricional.
Estos datos pueden ayudarle a seleccionar alimentos que se ajusten a las necesidades de su familia. En la medida de lo posible, hornee, ase o cocine a la parrilla sus platillos.
Por otro lado, evite cocinar con manteca o aceite vegetal en exceso. Utilice versiones más saludables. Elija aquellos que le proporcionen nutrientes y energía. Opte por frutos secos o frutas.
Además, si busca vitaminarse, consulte a su médico por suplementos. Coma más cereales integrales como la avena, arroz integral, centeno y pasta integral.
También beba mucho líquido. Elija agua, leche baja en grasa y bebidas bajas en calorías. Coma más verduras y frutas frescas. Trate de consumir un total de 2 tazas de fruta y 2½ tazas de verduras cada día.