TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Es común que después de un tiempo de comida, sobre todo del almuerzo o la cena, se sienta un deseo repentino e intenso de ingerir un pequeño postre.
Este hábito, lejos de ser una mala costumbre, está profundamente ligado a la psicología y la fisiología humana. Los antojos dulces suelen surgir en respuesta a un desbalance en los niveles de glucosa en sangre o, incluso, un pique hormonal, puntualizó la nutricionista Andrea Núñez.
“Existen dos hormonas que influyen en la alimentación: la leptina y la grelina. La primera se encarga de avisarnos cuando nos encontramos en estado de saciedad. Al contrario de la grelina, que es la que nos envía señales de que se despierta el apetito”, explicó.
Por su parte, los factores emocionales también ocupan un rol importante en este proceso. Situaciones de estrés o ansiedad pueden conducir a una asociación del consumo de dulces como una sensación de alivio, felicidad o recompensa, desprendida de la serotonina, porque el anhelo de ser felices es inherente a nuestra vida.
Sin embargo, el exceso de esta “dulce felicidad” conlleva riesgos que van más allá de un aumento de peso o problemas de acné.
“Una de las consecuencias de ceder frecuentemente a estos antojos son las enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes y la hipertensión arterial”, explicó Núñez, enfatizando en que estas patologías silenciosas pueden enviar señales externas hasta que ya es demasiado tarde.
Para controlar estos antojos es esencial prestar atención a la calidad de los alimentos que ingiere, sin dejar de lado la cantidad de porciones dentro de un plato balanceado que debe incluir proteína, fibra y grasa saludable.
Snacks saludables y fáciles de hacer
Haga de las frutas sus mejores aliadas implementando estas ideas:
Manzana y crema de maní: parta una manzana en pedazos medianos, y agrégueles mantequilla de maní y semillas de chía.
Palitos de zanahoria: parta una zanahoria y un pepino en pedazos largos y delgados, y acompáñelos con un dipp de atún.
Banano congelado: congele un banano y cúbralo con un poco de mantequilla de maní, granola y semillas de chía.
Pan tostado: tueste una rodaja de pan de molde y úntelo con queso crema y jalea natural del sabor de su preferencia.
Cuidado con los niños
La entrevistada sugiere que “seamos conscientes con la alimentación que le damos a los niños del hogar. Los hábitos alimentarios que les inculquemos desde pequeños darán un resultado positivo en su futuro, ya sea a nivel cognitivo, emocional, social y físico; y les permitirán tener un desarrollo adecuado. Somos el reflejo de las decisiones que ellos van a tomar”.