Dejar de lado los antojos dulces no es solo una cuestión de fuerza de voluntad, sino el resultado de una profunda interacción entre el cuerpo, la mente y las emociones
Las personas del grupo con el mayor consumo de azúcar tenían un 39 por ciento más de probabilidades de haber sufrido cálculos, frente a las que consumían la menor cantidad de azúcar