Tegucigalpa, Honduras.- Cuidar de un pez es mucho más que solo alimentarlo o asegurar un espacio adecuado.
Estos seres acuáticos son delicados y cada detalle de su entorno puede influir en su bienestar. Por ello es importante que conozca e implemente consejos prácticos y sencillos para preservar la salud de su mascota.
Monitorear la calidad del agua es lo más esencial. No basta con cambiarla; también debe controlar la química óptima. Verifique parámetros como el pH, los niveles de amoníaco, nitritos y nitratos, así como la dureza del agua, que le permitirán detectar cambios que sean perjudiciales.
También es importante que dedique unos minutos al día para observar los movimientos, el color y comportamiento general de estas mascotas.
Variaciones en su conducta, como pérdida de apetito o inactividad, pueden ser signos de estrés o enfermedades que se podrían revertir si se detectan antes de que la situación empeore.
Por su parte, evite las vibraciones y ruidos fuertes en su entorno. Considere que los animales acuáticos son sensibles a estos elementos, por eso es recomendable mantener su pecera alejada de fuentes de sonido constante, como televisores, radios o electrodomésticos ruidosos.
En ese sentido, limite los cambios bruscos, sobre todo de temperatura, pH o iluminación, que puedan afectar su sistema inmunológico y poner en peligro su vida.
Esta sugerencia incluye, además, la llegada de un nuevo compañero; tome en cuenta que algunos peces pueden convivir pacíficamente, mientras que otros son agresivos o territoriales.
Elementos para estimular a su pez
Crear un entorno adecuado para el pez garantiza su supervivencia y felicidad. Al igual que otros animales, estos seres acuáticos necesitan estimularse, por lo que un acuario con escondites, plantas y elementos decorativos les ofrece un ambiente más natural y les ayuda a reducir el estrés del cautiverio.
Por eso es ideal incluir alguno de los siguientes elementos en la pecera para enriquecer a su mascota:
- Plantas acuáticas: Al nadar entre las plantas, los peces encuentran variaciones en su entorno que les ayudan a reducir el estrés y mantener su curiosidad.
- Rocas y cuevas: Estos elementos imitan el hábitat que tendrían en la naturaleza, donde pueden protegerse o descansar sin ser interrumpidos.
- Sustrato de textura variada: El sustrato, ya sea arena fina o grava, les permite buscar comida en el fondo, promoviendo una conducta similar a la que tendrían en libertad.
- Corrientes suaves: Las corrientes en el agua, generadas por bombas de aire o filtros ajustables, dejan que el pez nade contra ellas, lo cual simula su actividad natural en ríos o lagos.
Errores comunes que debe evitar
- Cambiar toda el agua de la pecera de golpe puede eliminar bacterias beneficiosas para su pez. Mejor opte por reemplazos parciales que mantengan el equilibrio del ecosistema.
- El agua de llave contiene cloro y otras sustancias que pueden dañar a los peces por eso utilice un acondicionador que neutralice estos componentes antes de verter el agua en la pecera.
- No los sobrealimente ya que un exceso de comida no consumida termina descomponiéndose y afectando la calidad del agua, lo que puede provocar enfermedades en su mascota