TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con las temperaturas bajas en esta temporada del año es primordial el cuidado de las personas de la tercera edad. Las enfermedades respiratorias están a la orden del día, por lo que son necesarias la protección y sobre todo la prevención para evitar complicaciones mayores.
Una dieta saludable, un estilo de vida en movimiento y la ropa adecuada son tan sólo algunas de las recomendaciones que pueden prevenir enfermedades propias de esta temporada.
El proceso de envejecimiento del organismo altera el metabolismo y, como consecuencia, el sistema de termorregulación corporal y su capacidad para percibir la temperatura ambiente, por lo que los adultos mayores tienen más dificultad de adaptación al frío. Una buena alimentación juega un papel muy importante para contribuir a las defensas de las personas.
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Cuidados
Regular la temperatura ambiente en el hogar ya sea que pongamos la calefacción, cerremos las ventanas, etc., controlar la temperatura dentro de casa ayudará al bienestar del adulto mayor. Si no nos fuera posible, otra opción es brindarle mantas y suéteres a nuestro ser querido, para abrigarlo lo mejor que se pueda. Tenga en cuenta que con el frío, las articulaciones sufren bastante, provocando dolor y entumecimiento.
Por ello, aparte de contar con mantas, es necesario reactivar su flujo sanguíneo, aplicando calor en articulaciones y extremidades, y dándoles masajes.
Evite cambios bruscos de temperatura. En la medida de lo posible, debemos procurar que el cambio de temperatura sea paulatino al entrar o salir de una habitación o del domicilio, utilizando las prendas de vestir como reguladores de la temperatura corporal y la temperatura ambiente.
Estar bien abrigado. Ya sea con suéteres, abrigos, chamarras, mantas, colchas, etc., es necesario que nuestro adulto mayor no pase frío. Por otro lado, es importante que nuestro ser querido se mantenga en movimiento para seguir fortaleciendo su cuerpo y pueda hacerle frente a las bajas temperaturas sin enfermarse.
Por último, cuide la alimentación. Así como durante todo el año, en la época de invierno es necesario continuar llevando una alimentación balanceada que cumpla con los requerimientos nutricionales del adulto mayor.