TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Así como cualquier otra rama de la salud, la odontología amerita cuidados a cuenta propia. La prevención y atención oportuna son primordiales, casi tanto como la adopción de mejores hábitos.
La doctora Shelly Almendares asegura que, en primer lugar, hay que mantener una correcta higiene bucal a nivel general, cepillándonos tres veces al día (después del desayuno, el almuerzo y la cena). “Algunas personas han perdido la costumbre porque se quedaron trabajando desde casa, pero hay que reforzar esta práctica aunque no vayamos a tener contacto con externos”, introduce.
Además, hace énfasis en que cepillarse los dientes antes de dormir es de suma importancia porque en la noche los seres humanos producimos menor cantidad de saliva, y esto aumenta el riesgo de desarrollar caries. “Hay que irnos a la cama con los dientes y la boca bien limpios”, aconsejó. Utilizar hilo dental y enjuague es, más que complementario, básico.
Otra recomendación es tener presente los horarios de las comidas y el tiempo que pasa entre un cepillado y otro. “Al permanecer más tiempo en casa tendemos a saciar antojos entre cada comida, entonces al ingerir cada uno de estos alimentos se recomienda cepillarse nuevamente o, al menos, enjuagarse con abundante agua y beber uno o dos litros de agua al día”.
También es preciso cuidar algunos hábitos que son nocivos para nuestros dientes, sobre todo por las personas que padecen de ansiedad y tienden a morderse las uñas, los lápices, el hielo y demás opciones comunes, generando daños y fracturas en las piezas que podrían desembocar en emergencias dentales. “No usemos nuestros dientes de manera inapropiada”, apuntó.
Finalmente, en palabras de Almendares, “toda situación que refleje síntomas de dolor es considerada una emergencia dental. Sobre todo, hay que poner atención en el dolor que es intenso, constante y prolongado”. Igual se considera prioridad cualquier tipo de inflamación inesperada que aparezca en la boca, dolorosa o no. “Estas precisan de un tratamiento rápido para evitar que lleguen a otras zonas en donde se puede comprometer incluso la vida del paciente”.
¿Qué comer?
Opte por una alimentación que incluya frutas y verduras, y agua como bebida principal. Además, el consumo de lácteos, cereales y frutos secos favorece la salud de los dientes. Reduzca las opciones ricas en hidratos de carbono fermentables, como galletas, pan o caramelos, que estimulan la producción de ácidos por parte de las bacterias bucales, lo que favorece la aparición de caries. También es necesario evitar el consumo de golosinas, bebidas gaseosas y jugos artificiales. Y recuerde no fumar.
Higiene bucal infantil
Es recomendable iniciar a niños y niñas en el cepillado desde que aparecen los primeros dientes de leche, entre los 0 y 2 años de edad, para generar el hábito de limpieza. Al principio, debe hacerse sin pasta, con el cepillo adecuado y seco para remover restos de alimentos y bacterias. Entre los 3 y 6 años el cepillado puede hacerse con pasta con flúor para niños, siempre supervisando. Y de los 6 años en adelante, se sugiere el uso de pastas dentales fluoradas con una frecuencia de dos veces al día.
