TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las familias pueden ser complejas. Siempre habrá lazos genéticos de por medio, no se eligen y pueden ser la mejor parte de nuestra vida o, en su defecto, la más desgastante. Inclusive ambas.
Las relaciones intrafamiliares pueden ser difíciles de manejar, especialmente si la interacción es autoritaria, poco saludable o nociva. De ahí lo esencial de establecer límites, sentar las bases del equilibrio y priorizar su paz mental.
¿Pero por dónde empezar? Comience por recordarse a sí mismo que no tiene control sobre las acciones o actitudes de otra persona, pero sí sobre las propias emociones. Tómese un tiempo para pensar en lo que aprecia de ese familiar en lugar de concentrarse en las cosas que hacen que sea difícil estar cerca de él o ella. Y cuando estén juntos, será menos probable que se concentre en sus fallas.
LEA: Las 10 preguntas que debes hacerle a tu pareja antes de casarte
Por otro lado, prepárese mentalmente para sus interacciones. Si sabe que se acerca una reunión en la que interactuará con familiares complicados, puede ser útil prepararse de antemano.
Por ejemplo, si su tía critica regularmente su elección de carrera o hace comentarios insensibles sobre su vida personal, piense en cómo podría responder si eso sucede. Estar preparado con anticipación puede ayudarlo a navegar conversaciones e interacciones difíciles con menos estrés.
Finalmente, sea empático. La mayoría de las personas difíciles no nacen así, se forjan según sus experiencias. Por ejemplo, si su familiar ha vivido una vida particularmente intrincada, es posible que esté luchando contra la amargura, el resentimiento o la ira por lo que le ha tocado en la vida.
En lugar de molestarse por su comportamiento, trate de mirar la situación con empatía. Si bien esto no excusa su mal actuar, le ayudará a mantener las cosas en perspectiva.
ADEMÁS: Síndrome del príncipe azul: ¿cómo saber si lo estás sufriendo?
Otros consejos
Sea directo. Ser directo es la mejor manera de abordar las cosas. Sea firme y claro acerca de sus necesidades. Sea tan detallado como pueda, para que no haya áreas grises o confusión.
Cultívelo. Establecer límites requiere algo de práctica. Es como desarrollar un músculo: cuanto más lo usa, más fuerte se vuelve.
Autocontrol. Aunque puede ser muy difícil no reaccionar cuando un familiar dice algo desagradable, es importante que haga una pausa antes de responder. Asegúrese de que su respuesta es tranquila y mesurada.
Esté dispuesto a alejarse. Algo que la mayoría olvida es que si alguien está siendo “tóxico”, tiene la opción de levantarse y dejar la situación. El autocuidado puede ayudarlo a comprender la importancia de sus propios límites.
+Estas son las cinco etapas del amor: ¿en cuál estás?