TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hablar de roles dentro de una relación es un tema que hay que abordar.
Quizá se niegue a llegar a este puerto y quiera pasar de lejos, pero el asunto es que no, es algo que tiene que quedar claro y no cuando ya están viviendo juntos, sino cuando son novios.
Si bien en otros tiempos predominaba el rol de proveedor en el hombre, y el de encargada del hogar en la mujer, actualmente los roles se diversifican y cada pareja acomoda sus funciones de acuerdo a sus necesidades.
Lo importante aquí no es que tomen decisiones por presiones sociales, sino que lo que decidan hacer sea desde la comunicación, el respeto y la confianza.
Cada familia establecerá su sistema de roles, la clave es que cada quien se sienta tomado en cuenta y respetado.
Según el psicoterapeuta individual y de pareja, Antonio Escobar, es importante definir los roles que tienen que ver no solo con lo económico, sino también con el cuidado de los hijos, la religión y el trato con la familia.
Para Escobar, esta conversación sobre los roles le permitirá a los involucrados conocer los valores y expectativas que ambos tienen sobre sí mismos y sobre su pareja al momento de vivir juntos, formar un matrimonio y familia, “esto incluso puede determinar su grado de compatibilidad para formar una relación satisfactoria y duradera”.
Si bien eso de que cada uno debe dar el 50% de su esfuerzo para que sumado entre ambos sea el 100%, en la práctica es irrealizable. Siempre habrá uno que dé más, después será el otro, y así a lo largo de la vida nada, absolutamente nada, es lineal. Incluso, valore la posibilidad de que ninguno de los dos pueda alcanzar un acuerdo.
Señala Escobar que los roles pueden ser un proceso de negociación entre las expectativas de ambos, “en algunas personas estas expectativas pueden ser irreconciliables. Por ejemplo, un hombre que espera ser el único proveedor y una mujer que desea tener una vida profesional y también proveer al hogar, o una mujer que espera encargarse de su hogar y un hombre que espera que la mujer también contribuya económicamente a la familia”.
Si resulta que no hay un acuerdo, lo mejor es estar con alguien con quien sí pueda tenerlo, por el bien de cada uno.
Pero si logran establecer un punto de equilibrio, su éxito se verá reforzado por el compromiso, puesto que una relación se trata de dos, y uno solo no puede sostenerla por mucho tiempo, y si lo hace, lo resentirá en deterioro de sí mismo(a) y de la relación.
Señala el psicólogo Antonio Escobar que “los roles pueden ir evolucionando a lo largo de una relación, es algo que debe ser discutido entre ambos para que se puedan adaptar y formar acuerdos con los que estén satisfechos”.
El experto acota que cuando ambos se entienden y se encuentran cómodos con su rol en la relación, “esto contribuye a que ambos se sientan tomados en cuenta y aumenta su satisfacción como pareja”.
“Si estos roles cambian drásticamente (y no por razones extraordinarias), esto puede crear un resentimiento dentro de la relación lo cual les alejará emocionalmente. Esto en el mejor de los casos puede poner algo de tensión en la relación, pero en el peor de los casos puede llegar a destruir a la pareja”, finaliza Escobar.