Sereno. Tacos de plomo y zurda privilegiada. Emilio Izaguirre cumplió un colosal partido defensivo y el Celtic estuvo a 40 segundos de llevarse petróleo de la cancha del Nou Camp; al final, un sudado triunfo 2-1 le otorga al Barça el liderato del grupo y al lateral hondureño una viñeta de oro en su hoja de vida.
Pocos equipos le juegan de tú a tú al multicampeón Barcelona. Celtic tampoco rompió la regla y Neil Lennon dispuso un sistema táctico que, en buen español, se entiende como un verdadero cerrojo.
“Qué bien el hondureño, metiendo el cuerpo a Pedro”, decía Mario Alberto Kempes, comentarista argentino de ESPN, cuando el ex-Motagua impedía el 0-1 al noveno minuto.
No pasó mucho del mediocampo, como tampoco lo hizo el Hoops, que dejó en punta a Giorgos Samaras, el grandote delantero que provocó un autogol de Javier Mascherano al 18. La UEFA se lo otorgó al griego y el Nou Camp mejor se calló, por más que las más claras eran del local, de flojo accionar.
Salvado por la campana...
El tanto hizo daño a un Barcelona sin ideas y sin espacios, incapaz de crear ocasiones de peligro ante un Celtic muy bien replegado atrás, con 10 hombres tras el balón.
Solo un par de lanzamientos de falta Lionel Messi y otro lejano de Adriano habían puesto en algún aprieto al Verde, así que el empate tenía que llegar en un acto de inspiración.
Y fue al borde del descanso, cuando Messi, Iniesta y Xavi se combinaron a la velocidad de la luz para que el manchego firmase las tablas con un disparo raso dentro del área. El Barcelona salvaba el órdago antes del descanso, con un tanto que le daba una cierta tranquilidad para afrontar el segundo tiempo.
Contra 11 guerreros...
Pero nada más lejos de la realidad. No solo el Barcelona siguió con un fútbol muy lento y sin profundidad, sino que el Celtic dejó claro que vendería costosa su derrota con otra clara ocasión a balón parado.
Un cabezazo de Víctor Wanyama estuvo muy cerca de colocar a su equipo otra vez por delante al poco de la reanudación. Además, algunas pérdidas Azulgranas en la circulación dejaron al Celtic montando algunas contras que no supieron culminar.
Con todo y Forster...
Fue en el último tramo cuando el Barça empujó con más corazón que cabeza, con Cristian Tello y David Villa en el campo, el reloj apretando y los escoceses pagando un poco su esfuerzo físico.
Fue entonces cuando el guardameta Forster se creció y salvó a los suyos con un par de manos salvadoras a dos intentos de Messi. Tuvo que ser en el último suspiro cuando Jordi Alba apareciese en línea de gol para dar la victoria al Barça tras un centro de Adriano. Sufridísimo...
Aplauso para ellos...
El corolario lo ha puesto el DT del Celtic. Neil Lennon lo dijo con pesar: “Me voy con una sensación agridulce, porque hemos jugado cara contra el Barça; hay fastidio, pero hemos probado lo que es jugar contra el mejor del mundo”.
Emilio, mientras, se despedía de los cinco mil hinchas escoceses que hicieron el viaje. Ya le podrá contar a sus nietos que marcó al mejor del mundo y que a punto estuvo de robarse un punto de la ciudad condal. Casi nada...