Lo que menos hubo en este partido fue espectáculo deportivo. Olimpia y Marathón atentaron contra el fútbol ofreciendo un pobre rendimiento en el campo. Al final, un gol de último minuto salvó la tarde del Marathón que le ganó la partida 1-0 al Olimpia y lo mandó al penúltimo lugar de la tabla.
El León se muere y los resultados no le ayudan. Este sábado en el Yankel Rosenthal no hubo claridad, tampoco una propuesta. Olimpia se paró en la cancha y vio correr la pelota sin reaccionar.
El Monstruo tuvo 25 minutos muy intensos. Mario Berríos fue el que más amenazó la cabaña olimpista con sus remates a balón parado, inclusive uno pegó en el poste.
De pronto despertó el León. Remate directo a puerta de Johnson pero facilito para el portero Zúniga. A partir de ese momento los Merengues comenzaron a jugar. El Verdolaga tuvo más trabajo en la recuperación.
Los barristas desataron el caos
El Yankel Rosenthal volvió a registrar un nuevo capítulo de violencia en las graderías. El juego estaba por finalizar en su primera mitad cuando estalló la guerra. Los hinchas de ambos clubes comenzaron a provocarse y atacarse con piedras y golpes. La Ultra invadió la zona de la barra verdolaga y la Policía tuvo que intervenir utilizando gas pimienta.
La situación fue controlada por los miembros de la seguridad y el juego se reanudó pero con pocas emociones.
Al 90+4 Armando Castro pitó penal contra Olimpia. Falta de Fabio de Souza sobre Samuel Córdoba. Jairo Puerto con un toque sublime lo cambió por gol. Vargas perdió la cabeza y se enfrascó en una discusión y pelea con un aficionado que lo increpó al momento de salir a los camerinos. Es evidente que el León no soporta la presión de toda una afición que exige con urgencia resultados positivos