Poco o nada avanza Honduras en dar respuesta al crecimiento vegetativo del sistema educativo en todas sus áreas.
Cada año miles de nuevos estudiantes se suman al sistema, pero no se construyen más aulas de clases ni se adquieren más y nuevos textos escolares ni se contratan más maestros.
De igual forma, cada año la tecnología aplicada al aprendizaje se convierte en un fenómeno imperativo por aplicar en los países en procesos de desarrollo, pero eso no ocurre en Honduras.
En los modelos desarrollados de educación ya no se mide la cantidad de días que se imparten por año, sino que el rendimiento de los estudiantes en cada área específica, pero en Honduras aún se lucha porque se den 200 días de clases.
El sociólogo Julio Navarro, y experto en el tema educativo, considera que tanto la dirigencia magisterial como las autoridades educativas han perdido el norte de sus luchas y funciones, respectivamente.
Navarro señaló, por ejemplo, que los profesores salen a las calles a exigir que se les pague el 20 de cada mes, sin embargo el sistema educativo tiene problemas mayores por los que sí se debe pelear.
Para el caso, argumentó, en el país hay cerca de 3,000 escuelas unidocentes, es decir manejadas por un solo profesor.
El problema no es la unidocencia, explicó, sino la cantidad de alumnos que cada año se suman a esa escuela.
“Un maestro puede manejar una escuela de seis grados con 24 alumnos, pero las estadísticas nos dicen que la mayor parte de esas escuelas tienen un número superior a los 48 alumnos”, planteó.
Rezago en ODM
Ese rezago se ve reflejado en los recientes estudios que evidencian una situación realmente deplorable del sistema.
El informe “Estado de la Educación en Honduras”, de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y del Instituto de Investigación y Evaluación Educativas y Sociales (Iniess) revela que el país no podrá cumplir con los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) en el área de educación.
Honduras se planteó para 2015 alcanzar una tasa de matrícula neta en la educación primaria de un 95 por ciento, pero eso no será posible.
Tampoco se cumplirá la meta de la tasa de alumnos que completan el sexto grado ni la alfabetización de personas entre 15 y 24 años.
La cobertura en la educación prebásica tampoco se ampliará tal y como se había previsto.
El ministro de Educación, Marlon Escoto, reconoció que este problema es estructural y requiere de mucho tiempo para sanearlo.
Escoto comentó que la Secretaría trabaja en un proyecto que contempla tres bases específicas: Infraestructura, formación docente y logística.
“Pero es un proyecto a largo plazo para el que se requerirá la voluntad política de los futuros gobiernos”, dijo.
Infraestructura y maestros
El tema de infraestructura es otro de los males que desde hace años ha debilitado al sistema inmunológico de Educación.
La viceministra de Educación, Elia del Cid, contó a EL HERALDO que cerca del 90 por ciento de los centros educativos del país tienen problemas de infraestructura. Honduras tiene unos 19,000 centros educativos.
Y para reparar todos esos centros educativos se requiere unos 700 millones de dólares, es decir unos 14,000 millones de lempiras, calculó Julio Raudales, ministro de Planificación.
A esto se debe sumar el déficit de plazas que existe. El crecimiento vegetativo de maestros se cerró desde hace un par de años, es decir, que no se abren nuevas plazas para dar respuesta a la nueva demanda.
Esto influye para que no se cumplan con las metas de cobertura y mejoramiento en los índices académicos en los estudiantes. El exministro de Educación, Marlon Brevé, estimó que se requieren cerca de 2,000 maestros cada año para cumplir los objetivos de cobertura en preescolar, enseñanza del inglés y elevar la tasa educativa hasta el noveno grado.
Para el exviceministro de Educación, Armando Euceda, la problemática en el sistema ya sobrepasó la capacidad de la Secretaría y el tema debe ser abordado en el seno del Consejo de Educación Superior.
Euceda planteó que desde las universidades surjan propuestas para mejorar el caos existente.
Atraso en tecnología afecta la educación en Honduras
Hablar de tecnología de la educación en Honduras es como pensar que la raza humana visitará Marte en el futuro próximo.
Honduras muestra uno de los rezagos más grandes en toda Latinoamérica, al menos así lo demuestra el informe “Estado de la Educación en Honduras”, hecho por la UPNFM.
En el capítulo “Educación, ciencia y tecnología”, que estuvo a cargo de Dania María Orellana y Marín Alonzo Mendoza, se afirma que Honduras se encuentra en la etapa de “adopción” de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
Otros países como Costa Rica, El Salvador y México ya están en el proceso de adaptación y creación.
Esto ha impedido que se desarrollen programas como “alfabetización digital” y el uso de herramientas tecnológicas para labores educativas.
En medio de protestas algunas escuelas imparten clases
Los maestros salieron ayer a las calles por enésima vez en el año. Protestaron porque el pago de su salario de agosto no fue puntual (previsto para el 20 de este mes, o sea el lunes).
Las medidas anunciadas por la dirigencia magisterial apuntan a que esta semana las medidas de presión se agudizarán en el sector educativo, para exigir el cumplimiento de otros 11 puntos (adicionales al pago puntual de su salario).
El lunes pasado el grupo consultivo de la dirigencia magisterial definió presionar al gobierno de Porfirio Lobo Sosa para que, entre otras cosas, derogue la Ley Fundamental de Educación, la Ley del Inprema y el Decreto de Emergencia en Educación.
Asimismo, exigen que el Estado cancele la deuda de 141 millones de lempiras que sostiene, desde hace dos años, con unos cinco mil profesores, además que cesen los juicios contra algunos maestros acusados de sedición.
Sí hubo clases
Sin embargo, no todo en el sector educativo es malo. EL HERALDO se dio a la tarea de hacer un recorrido por diferentes colonias de la ciudad capital para verificar si en algún centro educativo se impartía clases. En la colonia La Rosa, la escuela Modesto Rodas Alvarado tenía sus puertas abiertas y los niños recibían con agrado el pan del saber.
Estos maestros consideraron que no había justificación para dejar sin clases a los niños que asisten a este centro.
El ministro de Educación, Marlon Escoto, declaró que ninguna demanda social justifica que se deje sin clases a más de 2.3 millones de alumnos del sistema educativo. A pesar de ese llamado, los maestros continuarán, este día, con asambleas informativas a nivel departamental para que las bases aprueben una movilización nacional planificada para el viernes en Tegucigalpa.