Tegucigalpa, Honduras
Cuando el 17 de enero de 2014 el expresidente Porfirio Lobo nombró a la Comisión Interventora del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) parecía nada más una medida de salvataje financiero de esa entidad hundida en su peor crisis.
Pero la operación de control fue solo el primer paso para que emergiera a la luz pública un monstruo de corrupción de mil cabezas procreado por el exdirector de la institución, Mario Zelaya, y otros exfuncionarios y sus familiares y amigos que, según el Ministerio Público, por medio de contratos fraudulentos y lavado de activos desfalcaron al IHSS con más de 5 mil millones de lempiras.
La Comisión Interventora inició operaciones el 20 de enero del presente año y el 3 de febrero presentó un informe en el que revelaba diversos hallazgos de actos irregulares por contrataciones sobrevaloradas, muchas de estas con “empresas de maletín”. La investigación arrojó que el Seguro Social arrastra una deuda de 6,300 millones de lempiras.
Previamente, el 29 de enero, el exgerente financiero del IHSS, José Bertetty, fue capturado por suponerle responsable de cohecho, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con el ejercicio de las funciones públicas y fraude.
A Bertetty se le imputaron esos cargos debido a que participó en la compra sobrevalorada de boletos de avión y adquisición de 10 ambulancias, entre otros.
Inician incautaciones
En un hecho sin precedentes, el Ministerio Público incautó el 6 de mayo anterior 20 propiedades que fueron compradas con recursos pagados por el IHSS a “empresas de maletín” en concepto de contrato de suministros de bienes y serivicios que no fueron entregados. Estas empresas recibieron unos 325 millones de lempiras.
Posteriormente, del 17 de junio al 13 de septiembre el Ministerio Público incauta otros 15 inmuebles y dos carros que fueron comprados con recursos de la malversación contra el IHSS.
EL HERALDO dio a conocer en exclusiva, desde julio a septiembre, diversas revalaciones sobre actos de corrupción cometidos con los fondos de IHSS, como la existencia de una red de testaferros dirigida por esposas de exfuncionarios y compra de propiedades en Estados Unidos.
Una joven chilena, con la que Mario Zelaya tuvo un hijo, compró tres casas en Honduras y cinco propiedades en Chile con dinero del IHSS, mientra que la modelo Ilsa Molina, expareja sentimental del exjefe de Compras de esa dependencia, José Zelaya, también compró una casa con ese dinero malversado, fueron parte de las exclusivas dadas a conocer por EL HERALDO.
