TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Fue un partido sin brillo. Sin espectáculo. Un 0-0 que no quería la afición, esa que llenó impresionante la noche del sábado el Nacional con más de 25 mil personas. Olimpia clasificó a la final por reglamento, pero fue el que quedó en deuda ante un marco inmejorable.
Y un Real España que fue el que propuso, pero no la metió y así se despidió Martín García del club, “le deseo lo mejor a Real España”.
Luego de dos años sin títulos, el León vuelve a una finalísima (con dos empates) esperando hoy a su rival, el más probable, Motagua.
Un partido friccionado los primeros minutos, pero la primera llegada con peligro fue para ángel Tejeda que iba con un cabezazo a la red, pero el meta Menjívar se queda con el balón.
Un penal sobre Kevin Álvarez ya manchaba la labor del árbitro Armando Castro arrancando el partido.
Jonathan Paz inició desconcentrado, golpeador y alegando con el árbitro y vio la amarilla a los 16.
El Real España llegaba con mayor peligro mientras Olimpia buscaba por los costados ser más rápido.
Había mucho roce y protestas por todos lados. Ya en 20 minutos, el León tenía dos amarillas sumando la de Ever Alvarado.
Al 23, la afición olimpista se levantó por un riflazo de Carlos Will de larga distancia. Fue la primera llegada con apremio. Al 33, Bryan Moya hizo un remate fuera de área que detuvo el portero Pipo López con una espectacular estirada. El Chino López recibió un pase magistral de Mario Martínez, que cabecea, pero el balón no tomó la curva y a las manos de Menjívar.
Real España arrancó mejor el primer tiempo con su propuesta al frente, pero terminó encimado el Olimpia donde casi hubo un autogol.
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Angustia olimpista
Olimpia estaba arriesgando mucho. Estaba jugando al filo de la navaja con el reglamento. Diego Reyes y Jerry Bengtson estuvieron muy apagados. Vargas cayó por un segundo a los aficionados con un disparo al 56 y pasó a centímetros de la meta.
El árbitro Castro volvió a equivocarse al no decretar un penal tras una mano de Vargas.
José Alejandro Reyes, que entró de cambio, tuvo el gol, pero la estrelló en la defensa.
El Albo siguió anoche con los mismos problemas del torneo, algo que debe superar en la final si quiere ser campeón. El cuadro Aurinegro tuvo el balón en los últimos minutos sin productividad y así se le fueron los minutos con un Olimpia opaco.
Y así llegará a la final. Al fin. Luego de cuatro torneos en llanura. Y al término del partido, el relajo llegó con los jugadores españolistas encarando a Castro gritándole “sinvergüenza”.
El presidente españolista Fuad Abufele dijo sentirse “orgulloso de mi equipo, calló a la afición por ratos, y Olimpia tirado atrás”.
