Casi dos metros de altura nos reciben. Ponce, cuya personalidad amigable contrasta con su mirada de pocos amigos, atendió al equipo de EL HERALDO para conversar sobre su vida y su trayectoria.
Los pasillos de la Escuela Pedro Nufio de El Paraíso contemplaron los pasos de un joven que asistía a clases como el resto de los 'cipotes'. Una mochila cargada de ilusiones reposaba por algunas horas debajo de un viejo pupitre del centro educativo.
Las famosas 'potras' eran el escenario perfecto para que Orlando Ponce comenzara a dar sus primeros gritos de gol, quien 'narraba los partidos' con la esperanza de estar algún día junto a su gran ídolo, Salvador Nasralla.
El profesor Carlos Sierra fungió como el Cristóbal Colón de aquella época, pues en su interior, algo le decía que ese muchacho de contextura delgada y alta tenía mucho talento por demostrar.
El catedrático, quien le tenía mucho aprecio, le dio la oportunidad en un concurso radial con apenas 15 años: el espigado cipote sorprende a los concursantes y gana la competencia.
Tras ese hecho, Ponce fue contratado en la radio. Era su primer empleo en una frecuencia radial. Su sueño desde pequeño.
Luego de ese concurso, el camino hacia los medios de comunicación comenzaba a tomar forma y Orlando continuaba estudiando, teniendo muy claro que para llegar lejos no había otra forma que seguir devorando libros en las aulas de clases.
Se graduó de maestro de la Normal de Varones de Comayagua y alcanzó el grado superior de la Escuela de Profesores en la Universidad Pedagógica, reconociendo que era la clave para que finalmente su voz sobresaliera en las narraciones de la radio y la televisión en Honduras.
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Fiel a su estilo, desarrolla un perfil controversial. Ponce considera que 'saber manejar la fama' se ha convertido en 'un reto permanente'. Podría llegar al 'límite' de una situación que no pueda controlar, reconoce el cronista.
Ha tenido que lidiar con disgustos y conflictos entre colegas a lo largo de su carrera, pero lo atribuye a que sus 'opiniones trata de defenderlas siempre' y, sin duda, 'eso conlleva a tener discrepancias'.
Tampoco ha llegado a 'distanciamiento con la personas que discrepa', ya que fuera de los programas dice 'llevarse bien'.
Padre de cuatro hijos -ninguno periodista-, nos confesó que medios internacionales se han acercado a él para ofrecerle un trabajo fuera de las fronteras, pero que su situación laboral y familiar se 'encuentran en una etapa importante de su vida'. Mejor no se arriesga, ya que tiene en mente 'tener su propia radio y canal de televisión'.
Baloncesto y voleibol son algunos de los pasatiempos que Orlando Ponce realiza cuando no está frente a un micrófono.
Tiene un objetivo pendiente de cumplir en la política: 'Me gustaría llegar a ser alcalde o diputado de mucho impacto', refiriéndose al leve paso que tuvo en la Secretaría de Deportes, donde regresaría con todo gusto, a pesar que su salida se dio entre escándalos e insultos.
Mientras llega la oportunidad, saca un diplomado en lenguas extranjeras. Y en tanto hace gala de sus triunfos, Ponce está consciente que debe poner a prueba sus conocimientos en la Calculadora Deportiva.
