No es el partido más cómodo para después de un esfuerzo como el que acaba de tener el Inter, pero la confianza está en su punto más alto en el equipo de Simone Inzaghi.
El vigente campeón de Italia es líder de su liga, con un punto sobre el segundo (AC Milan, que recibe el lunes a La Spezia), y sobre todo lleva ocho victorias consecutivas, una racha que espera prolongar el domingo en Bérgamo en el duelo estrella de la 22ª jornada.
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El Atalanta, cuarto clasificado, está además preocupado por sus partidos como local, con tres victorias, tres empates y tres derrotas en nueve partidos. El último partido liguero en el Gewiss Stadium se saldó con una bofetada para los locales, con derrota 4-1 ante la Roma.
Un tropiezo del Atalanta beneficiaría a la Juventus (5ª), que está a tres puntos. Los 'bianconeri' reciben el sábado al Udinese (14º), con la misión de no fallar para no perder el tren de la Champions.
Los turineses tratarán de demostrar que han digerido bien la desilusión de la derrota del miércoles en la Supercopa, que fue especialmente cruel y dolorosa por la forma en que se produjo.
'La derrota a cinco segundos del final (de la prórroga) hace daño, pero tiene que hacernos nacer en nosotros una rabia que nos ayude a continuar bien en el campeonato, en la Copa de Italia y en la Liga de Campeones', estimó su entrenador, Massimiliano Allegri.
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