BELGRADO, SERBIA.- El número uno mundial del tenis,
Novak Djokovic, llegó a
Belgrado este lunes tras haber sido expulsado de
Australia, epílogo de un largo culebrón sobre su situación respecto a la vacuna contra el
covid, que le priva de la posibilidad de intentar una décima victoria en el
Open de Australia.
Según dos fuentes del aeropuerto de Belgrado, el serbio de 34 años llegó a la capital del país de los Balcanes a media jornada, pero inmediatamente dejó el lugar por una puerta secreta.
'No merece la pena que esperen, ha salido por otra puerta', dijo un empleado encargado de la seguridad a varios periodistas presentes. Otro miembro del personal explicó a la AFP que la estrella había dejado el lugar por 'una salida técnica'.
Decenas de aficionados se habían agolpado delante del aeropuerto para recibir a su ídolo, agitando con entusiasmo banderas serbias.
'Novak es el número uno para nosotros y para todo el mundo. Gane o pierda, le apoyamos', dijo a la AFP Djurdja Avramov, cuyo hijo llevaba una camiseta con un corazón y la palabra 'Nole', el apodo de Djokovic en Serbia.
'Soy una fan y lo que le han hecho es vergonzoso', añadió Dragica, una jubilada que no quiso dar su apellido. 'Lo amo. Tengo 71 años y molestias en los pies, pero he venido de todas maneras', dijo.
'Novak ha ganado, es la victoria del bien sobre el mal', se podía leer en una pancarta exhibida por Svetozar Alimpic, un comerciante de 56 años.
Su carrera deportiva podría verse afectada por este caso.
Las autoridades francesas hicieron saber este lunes que todo deportista que venga del extranjero deberá ser vacunado para participar en el país, lo que deja planear una duda sobre si eventual presencia en Roland-Garros.
El torneo australiano comenzó el lunes sin su estrella principal, quien lo ha ganado en nueve ocasiones.
La salida de Djokovic se dio tras una disputa legal con las autoridades australianas que polarizó la opinión mundial y dañó la imagen de las dos partes.
'Hace casi una semana, cuando ganó en primera instancia el caso, pudo recuperar su visado y estuvo practicando. Dije que la justicia había hablado', dijo Nadal este lunes en Melbourne tras pasar a la segunda ronda.
'Ayer la justicia dijo otra cosa. Nunca voy a estar en contra de lo que diga la justicia', añadió.
'Creo que la situación ha sido un desastre', dijo Nadal. 'No es el único que probablemente hizo las cosas mal en ese caso. Por supuesto, hay más responsables en toda esta terrible situación a la que nos enfrentamos desde hace dos semanas', afirmó el español.
Miomir Kecmanovic, el jugador serbio al que debía enfrentarse Djokovic el lunes en el Open de Australia, mostró su apoyo a su compatriota.
'Nuestro pequeño equipo serbio aquí en Melbourne está asombrado y decepcionado', escribió Kecmanovic, 77º del mundo, en Instagram, tras batir al italiano Salvatore Caruso (146º), que heredó el hueco dejado por Djokovic.
'Tenía que ganar por él también', añadió Kecmanovic, añadiendo que los jugadores serbios se habían dicho entre ellos que iban a 'hacer todo para vengar' a Djokovic y 'hacerle sentir orgulloso'.
Dos veces en los últimos 11 días, el gobierno de Australia anuló la visa de Djokovic y lo detuvo en un centro de migrantes, al señalar que su presencia podía desatar un sentimiento antivacunas en medio de una ola de contagios de covid-19 de la variante ómicron.
El tenista serbio disputó ambas decisiones en la justicia, donde ganó la primera ronda pero perdió la fase decisiva del domingo.
Djokovic podría quedar tres años sin poder ingresar a Australia, lo que le dificultaría ganar su Grand Slam número 21. Actualmente tiene 20 títulos al igual que Roger Federer y Rafael Nadal.
El primer ministro australiano, el conservador Scott Morrison, consideró que lo sucedido 'envía un mensaje muy claro'.
Sin embargo, sugirió en entrevista radial que Djokovic podría regresar en los próximos tres años 'en las circunstancias correctas'.
Igualmente, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, fue severo en sus críticas a las autoridades australianas.
'Ellos creen que con esto, con estos 10 días de malos tratos, han humillado a Djokovic, pero se han humillado a sí mismos. Djokovic podrá regresar a su país con la frente en alto', declaró Vucic a un medio estatal.
En lo inmediato, el tenista podría tener que responder sobre aspectos de su conducta que emergieron en las audiencias judiciales.
Trascendió que el tenista de 34 años contrajo covid-19 a mediados de diciembre y, según su propia versión, no se aisló después de saber que dio positivo.
Según dos fuentes del aeropuerto de Belgrado, el serbio de 34 años llegó a la capital del país de los Balcanes a media jornada, pero inmediatamente dejó el lugar por una puerta secreta.
'No merece la pena que esperen, ha salido por otra puerta', dijo un empleado encargado de la seguridad a varios periodistas presentes. Otro miembro del personal explicó a la AFP que la estrella había dejado el lugar por 'una salida técnica'.
Decenas de aficionados se habían agolpado delante del aeropuerto para recibir a su ídolo, agitando con entusiasmo banderas serbias.
'Novak es el número uno para nosotros y para todo el mundo. Gane o pierda, le apoyamos', dijo a la AFP Djurdja Avramov, cuyo hijo llevaba una camiseta con un corazón y la palabra 'Nole', el apodo de Djokovic en Serbia.
'Soy una fan y lo que le han hecho es vergonzoso', añadió Dragica, una jubilada que no quiso dar su apellido. 'Lo amo. Tengo 71 años y molestias en los pies, pero he venido de todas maneras', dijo.
'Novak ha ganado, es la victoria del bien sobre el mal', se podía leer en una pancarta exhibida por Svetozar Alimpic, un comerciante de 56 años.
Su carrera deportiva podría verse afectada por este caso.
Las autoridades francesas hicieron saber este lunes que todo deportista que venga del extranjero deberá ser vacunado para participar en el país, lo que deja planear una duda sobre si eventual presencia en Roland-Garros.
El torneo australiano comenzó el lunes sin su estrella principal, quien lo ha ganado en nueve ocasiones.
La salida de Djokovic se dio tras una disputa legal con las autoridades australianas que polarizó la opinión mundial y dañó la imagen de las dos partes.
'Hace casi una semana, cuando ganó en primera instancia el caso, pudo recuperar su visado y estuvo practicando. Dije que la justicia había hablado', dijo Nadal este lunes en Melbourne tras pasar a la segunda ronda.
'Ayer la justicia dijo otra cosa. Nunca voy a estar en contra de lo que diga la justicia', añadió.
'Creo que la situación ha sido un desastre', dijo Nadal. 'No es el único que probablemente hizo las cosas mal en ese caso. Por supuesto, hay más responsables en toda esta terrible situación a la que nos enfrentamos desde hace dos semanas', afirmó el español.
Miomir Kecmanovic, el jugador serbio al que debía enfrentarse Djokovic el lunes en el Open de Australia, mostró su apoyo a su compatriota.
'Nuestro pequeño equipo serbio aquí en Melbourne está asombrado y decepcionado', escribió Kecmanovic, 77º del mundo, en Instagram, tras batir al italiano Salvatore Caruso (146º), que heredó el hueco dejado por Djokovic.
'Tenía que ganar por él también', añadió Kecmanovic, añadiendo que los jugadores serbios se habían dicho entre ellos que iban a 'hacer todo para vengar' a Djokovic y 'hacerle sentir orgulloso'.
Dos veces en los últimos 11 días, el gobierno de Australia anuló la visa de Djokovic y lo detuvo en un centro de migrantes, al señalar que su presencia podía desatar un sentimiento antivacunas en medio de una ola de contagios de covid-19 de la variante ómicron.
El tenista serbio disputó ambas decisiones en la justicia, donde ganó la primera ronda pero perdió la fase decisiva del domingo.
Djokovic podría quedar tres años sin poder ingresar a Australia, lo que le dificultaría ganar su Grand Slam número 21. Actualmente tiene 20 títulos al igual que Roger Federer y Rafael Nadal.
El primer ministro australiano, el conservador Scott Morrison, consideró que lo sucedido 'envía un mensaje muy claro'.
Sin embargo, sugirió en entrevista radial que Djokovic podría regresar en los próximos tres años 'en las circunstancias correctas'.
Imagen dañada
'Independiente de cómo se alcanzó este punto, Novak es uno de los grandes campeones de nuestro deporte y su ausencia del Open de Australia es una pérdida para el juego', declaró la ATP, que regula el tenis mundial.Igualmente, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, fue severo en sus críticas a las autoridades australianas.
'Ellos creen que con esto, con estos 10 días de malos tratos, han humillado a Djokovic, pero se han humillado a sí mismos. Djokovic podrá regresar a su país con la frente en alto', declaró Vucic a un medio estatal.
En lo inmediato, el tenista podría tener que responder sobre aspectos de su conducta que emergieron en las audiencias judiciales.
Trascendió que el tenista de 34 años contrajo covid-19 a mediados de diciembre y, según su propia versión, no se aisló después de saber que dio positivo.