Fue un fulminante final para el empeño de Djokovic de conquistar un 18vo título de Grand Slam y a su arranque 26-0 en la temporada.
Djokovic acababa de perder un juego ante su rival, el español Pablo Carreño Busta, para quedar abajo 6-5 en el primer set.
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Cuando se encaminaba para el cambio de lado, el astro serbio azotó la pelota detrás suyo. La pelota impactó a la jueza, que se desplomó de rodillas en el fondo de la pista y se llevó la mano al cuello.
Después de una discusión de varios minutos con supervisores del torneo, entre ellos el responsable de los jueces Soeren Friemel, Djokovic procedió a darle la mano a Carreño Busta. La jueza de silla Aurelie Tourte se encargó de anunciar la descalificación del número uno del mundo.
Fue evidente que Djokovic no tuvo la intención de golpear a la jueza de línea, alarmándose de inmediato tras percatarse de lo ocurrido. Pero jugadores que han descargado su enojo con un pelotazo que golpea a uno de los jueces han sido descalificados en otras ocasiones.
Djokovic se había irritado minutos antes. En el juego anterior, malogró tres bolas de quiebre seguidas y, tras la última, que Carreño Busta ganó con un pelota dejada en corto, Djokovic mandó una bola contra un afiche de publicidad al costado.
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Casi de inmediato, en el que acabó siendo en su último juego de este US Open, Djokovic sufrió una caída al intentar una devolución, acusando dolor en el hombro izquierdo.
El partido se interrumpió un breve rato para que Djokovic fuera examinado.
En el segundo punto tras reanudar, Carreño Busta se apuntó un punto con un tiro ganador para romperle el saque a Djokovic. Fue cuando el serbio se metió en problemas.
Su adiós a Nueva York deja al torneo huérfano de campeones de Grand Slam en el cuadro masculino. El que se proclame campeón será el primero que estrene su palmarés con el trofeo de un grande del tenis masculino desde 2014, cuando Marin Cilic ganó el US Open.
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