BUENOS AIRES, ARGENTINA.-
Boca Junior y River Plate, Tiene muchos millones de resultados, influye en el estado de ánimo y salud de sus días por varios días, y ha provocado divorcios de parejas y peleas entre amigos y parientes.
Una rivalidad tan apasionante que se verá potenciada a partir de este sábado cuando los dos clubes argentinos se enfrenten en el estadio La Bombonera en el primero de los dos duelos para la final de la Copa Libertadores, algo inédito en la historia del centenario torneo continental.
Esta es la palabra que no está en el clásico Boca-River en una categoría aparte de otros duelos emblemáticos del fútbol mundial, como Real Madrid y Barcelona, el cual atrapa a millones en el mundo por su glamour y las figuras que nunca se cruzaron en el Partido por el título de la Liga de Campeones.
'Boca y río ha sido el fútbol argentino en un lugar donde nunca antes había llegado', destacó el técnico de Boca, Guillermo Barros Schelotto, en la previa del primer choque. 'Un fútbol argentino muy castigado a nivel selección por los resultados ... más allá de lo que pase, hoy el mundo habla de esta final y es un logro muy importante'.
'Se va a jugar un partido especial, histórico, y somos privilegiados de poder vivirlo', coincidió su colega de River, Marcelo Gallardo.
Boca de aspirar a ganar la séptima Libertadores de su historia y así igualar el registro de su compatriota Independiente, apodado ' Rey de Copas'. Río ha ganado tres.
Cada clásico es diferente y en una final no cuentan los antecedentes, se suele decir. Río, sin embargo, está un paso adelante en el pronóstico.
Ante todo, un juego colectivo más consolidado, con una dupla de marcadores centrales (Jonatan Maidana y Javier Pinola), que asume grandes riesgos en la mano, la mano y la génesis del ataque.
En el mediocampo Gonzalo Martínez, en el estado de gracia goleadora contra Boca, y Exequiel Palacios son hoy en día los jugadores más determinantes del conjunto millonario, por su dinámica y contracción táctica.
Es poco probable que ambos continúen en el río el año próximo. El primero está en la mira del Atlanta United de la MLS, mientras que Palacios figura en la agenda del Real Madrid.
Y en ataque, el colombiano Rafael Santos Borré ha sido determinante en las últimas series de la Libertadores. Todo un equipo aspirante a campeón necesita de un arquero firme.
Franco Armani, desde que llegó a Río a principios de este año, completó todos los casilleros del puesto.
Las contras para el millonario son las ausencias de su capitán Leonardo Ponzio, el caudillo del medio, y el propio Gallardo, quien no será capaz de evaluar el estadio de la Bombonera y el de la tribuna en la historia el sábado 24 de noviembre.
Así se determinó el momento en que se presentó una suspensión previa de la entidad en la semifinal ante Gremio.
'Admisión Maidana. “Pero el plantel tiene una experiencia experimental que desde el banco intentará guiarnos. Somos un grupo muy fuerte y estamos preparados para afrontar este desafío ”.
La boca no está en su conjunto. Hoy puede darse el lujo de dejarlo en la banca a Carlos Tévez, Fernando Gago y el colombiano Edwin Cardona. En ataque, tiene a sus dos goleadores Ramón Abila y Darío Benedetto en gracia. Esta anotó tres goles en la serie de la semifinal ante Palmeiras.
“Si podemos hacer uno o dos goles mejor, pero siempre hay que mantener el arco en cero. Estar bien concentrado y si podemos liquidarlo en la cancha de Boca mejor ”, apuntó el volante Pablo Pérez.
Boca ha definido siempre en la fase eliminatoria de la actual Libertadores. En cada serie, marcó dos goles de local.
Barros Schelotto ganó tres Libertadores como jugador en 2000, 2001 y 2003. También en 1996, pero condujo a River a su tercer trofeo continental y como entrenador en 2015.
Sentados en la banca, Gallardo aventaja 3-2 en el historial de enfrentamientos. Su victoria más importante fue en marzo de este año en la final de Supercopa argentina.
“No tiene nada que ver con los partidos anteriores”, aclaró Barros Schelotto. 'Es una final muy estudiada, me parece que va a ser muy peleada y discutida desde lo futbolístico y muy pareja'.
Los dos tienen tener un cuidado especial con las amonestaciones. Entre ambos suman diez jugadores con amarillas acumuladas, por lo que se refiere al árbitro chileno Roberto Tobar les saca otra vez suspendidos para disputar la revancha. Maidana, Pinola, Martínez, en River, y Pérez en Boca son algunos de ellos.
La final ha cambiado los ánimos en Argentina, donde la mayoría de su población de unos 40 millones de habitantes divide su pasión entre Río y Boca.
El presidente Mauricio Macri, confeso de boca de Boca, en el cual se ha logrado un éxito durante una década, se ha tratado de afortunado a Gallardo con un término soez durante un acto oficial.
Días atrás una pareja inscribió a su hijo recién nacido Enzo River Plate Bejarano en el registro civil.
En los medios de comunicación abundan los cardiólogos y psicólogos que dan consejos para un partido de fútbol que no se convierta en la causa de la muerte o el estrés.
Igual de reiteradas fueron las apariciones de los servicios de seguridad para garantizar que todo transcurrir en paz, pese a que paradójicamente no habrá público público en ninguno de los estadios. Argentina tiene prohibido desde 2013, con algunas excepciones.
'Es muy fuerte la presión porque toda la opinión pública está pendiente de esto, porque es un resultado que va a ser trascendente, que es un recuerdo para muchos años, porque es una última única hasta ahora en la historia', analizó el psicólogo 'Óscar Oscar Mangione.'
Depende de los equipos y de los conductores cómo resistir esa presión. Hay que trabajar esa presión y la planificación de estos días, la cohesión de grupo, la confianza en el entrenador de los pies es fundamental porque los dos tienen una presión altísima '.
Pese a toda la expectativa, han sido los protagonistas quienes han mostrado más mesurados.
“Esto es así, así es”. 'No es vida ni muerte, es un mensaje erróneo y muy malo para nuestra sociedad', enfatizó Gallardo.
Una rivalidad tan apasionante que se verá potenciada a partir de este sábado cuando los dos clubes argentinos se enfrenten en el estadio La Bombonera en el primero de los dos duelos para la final de la Copa Libertadores, algo inédito en la historia del centenario torneo continental.
Esta es la palabra que no está en el clásico Boca-River en una categoría aparte de otros duelos emblemáticos del fútbol mundial, como Real Madrid y Barcelona, el cual atrapa a millones en el mundo por su glamour y las figuras que nunca se cruzaron en el Partido por el título de la Liga de Campeones.
'Boca y río ha sido el fútbol argentino en un lugar donde nunca antes había llegado', destacó el técnico de Boca, Guillermo Barros Schelotto, en la previa del primer choque. 'Un fútbol argentino muy castigado a nivel selección por los resultados ... más allá de lo que pase, hoy el mundo habla de esta final y es un logro muy importante'.
'Se va a jugar un partido especial, histórico, y somos privilegiados de poder vivirlo', coincidió su colega de River, Marcelo Gallardo.
Boca de aspirar a ganar la séptima Libertadores de su historia y así igualar el registro de su compatriota Independiente, apodado ' Rey de Copas'. Río ha ganado tres.
Cada clásico es diferente y en una final no cuentan los antecedentes, se suele decir. Río, sin embargo, está un paso adelante en el pronóstico.
Ante todo, un juego colectivo más consolidado, con una dupla de marcadores centrales (Jonatan Maidana y Javier Pinola), que asume grandes riesgos en la mano, la mano y la génesis del ataque.
En el mediocampo Gonzalo Martínez, en el estado de gracia goleadora contra Boca, y Exequiel Palacios son hoy en día los jugadores más determinantes del conjunto millonario, por su dinámica y contracción táctica.
Es poco probable que ambos continúen en el río el año próximo. El primero está en la mira del Atlanta United de la MLS, mientras que Palacios figura en la agenda del Real Madrid.
Y en ataque, el colombiano Rafael Santos Borré ha sido determinante en las últimas series de la Libertadores. Todo un equipo aspirante a campeón necesita de un arquero firme.
Franco Armani, desde que llegó a Río a principios de este año, completó todos los casilleros del puesto.
Las contras para el millonario son las ausencias de su capitán Leonardo Ponzio, el caudillo del medio, y el propio Gallardo, quien no será capaz de evaluar el estadio de la Bombonera y el de la tribuna en la historia el sábado 24 de noviembre.
Así se determinó el momento en que se presentó una suspensión previa de la entidad en la semifinal ante Gremio.
'Admisión Maidana. “Pero el plantel tiene una experiencia experimental que desde el banco intentará guiarnos. Somos un grupo muy fuerte y estamos preparados para afrontar este desafío ”.
La boca no está en su conjunto. Hoy puede darse el lujo de dejarlo en la banca a Carlos Tévez, Fernando Gago y el colombiano Edwin Cardona. En ataque, tiene a sus dos goleadores Ramón Abila y Darío Benedetto en gracia. Esta anotó tres goles en la serie de la semifinal ante Palmeiras.
“Si podemos hacer uno o dos goles mejor, pero siempre hay que mantener el arco en cero. Estar bien concentrado y si podemos liquidarlo en la cancha de Boca mejor ”, apuntó el volante Pablo Pérez.
Boca ha definido siempre en la fase eliminatoria de la actual Libertadores. En cada serie, marcó dos goles de local.
Barros Schelotto ganó tres Libertadores como jugador en 2000, 2001 y 2003. También en 1996, pero condujo a River a su tercer trofeo continental y como entrenador en 2015.
Sentados en la banca, Gallardo aventaja 3-2 en el historial de enfrentamientos. Su victoria más importante fue en marzo de este año en la final de Supercopa argentina.
“No tiene nada que ver con los partidos anteriores”, aclaró Barros Schelotto. 'Es una final muy estudiada, me parece que va a ser muy peleada y discutida desde lo futbolístico y muy pareja'.
Los dos tienen tener un cuidado especial con las amonestaciones. Entre ambos suman diez jugadores con amarillas acumuladas, por lo que se refiere al árbitro chileno Roberto Tobar les saca otra vez suspendidos para disputar la revancha. Maidana, Pinola, Martínez, en River, y Pérez en Boca son algunos de ellos.
La final ha cambiado los ánimos en Argentina, donde la mayoría de su población de unos 40 millones de habitantes divide su pasión entre Río y Boca.
El presidente Mauricio Macri, confeso de boca de Boca, en el cual se ha logrado un éxito durante una década, se ha tratado de afortunado a Gallardo con un término soez durante un acto oficial.
Días atrás una pareja inscribió a su hijo recién nacido Enzo River Plate Bejarano en el registro civil.
En los medios de comunicación abundan los cardiólogos y psicólogos que dan consejos para un partido de fútbol que no se convierta en la causa de la muerte o el estrés.
Igual de reiteradas fueron las apariciones de los servicios de seguridad para garantizar que todo transcurrir en paz, pese a que paradójicamente no habrá público público en ninguno de los estadios. Argentina tiene prohibido desde 2013, con algunas excepciones.
'Es muy fuerte la presión porque toda la opinión pública está pendiente de esto, porque es un resultado que va a ser trascendente, que es un recuerdo para muchos años, porque es una última única hasta ahora en la historia', analizó el psicólogo 'Óscar Oscar Mangione.'
Depende de los equipos y de los conductores cómo resistir esa presión. Hay que trabajar esa presión y la planificación de estos días, la cohesión de grupo, la confianza en el entrenador de los pies es fundamental porque los dos tienen una presión altísima '.
Pese a toda la expectativa, han sido los protagonistas quienes han mostrado más mesurados.
“Esto es así, así es”. 'No es vida ni muerte, es un mensaje erróneo y muy malo para nuestra sociedad', enfatizó Gallardo.