Tegucigalpa, Honduras
Con el pago de un millón de dólares a la fiscalía (apenas 50 mil en efectivo y el resto en garantías de terrenos familiares), el suspendido titular de Concacaf, Alfredo Hawit, ha logrado casa por cárcel, un estatus del que goza Rafael Callejas, aunque el expresidente de Honduras todavía no reúne la plata para honrar la totalidad de la garantía de cuatro millones de dólares que le solicita el juez para ratificar su libertad bajo fianza.
De esta forma, sin los directivos hondureños en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, el único centroamericano implicado en el FIFAgate que todavía hoy guarda prisión en Nueva York es el expresidente de la Federación de Fútbol de Costa Rica, Eduardo Li.
Jeffrey Web ( expresidente de la Concacaf, pagó 10 millones de dólares), José María Marín (extitular de la Confederación Brasileña, canceló 15 millones de dólares) y Juan Angel Napout (exhombre fuerte de la Conmebol, acreditó 20 millones de dólares) también han podido entregar las millonarias sumas que exige la fiscalía y accedieron a defenderse en libertad.
Fraude, crimen organizado, lavado de dinero y obstrucción de justicia, son algunos de los cargos presentados por la Fiscalía de Nueva York contra Rafael Callejas y Alfredo Hawit, que afrontan el peor momento de sus vidas, tras gozar de las mieles del poder en la última década.
Los máximos dirigentes de las federaciones de El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá recibieron millonarios sobornos entre 2011 y 2014, a cambio de otorgar a Media World los derechos comerciales y televisivos para Estados Unidos de las selecciones nacionales.
El presente de otros directivos del área es el siguiente: Héctor Trujillo (exsecretario de la Federación Guatemalteca) pagó fianza y se defiende en libertad en EE UU; Reynaldo Vásquez (expresidente de la Federación Salvadoreña) es juzgado en El Salvador y Julio Rocha (nicaragüense exoficial de desarrollo de la FIFA) espera su extradición en Suiza.
Con el pago de un millón de dólares a la fiscalía (apenas 50 mil en efectivo y el resto en garantías de terrenos familiares), el suspendido titular de Concacaf, Alfredo Hawit, ha logrado casa por cárcel, un estatus del que goza Rafael Callejas, aunque el expresidente de Honduras todavía no reúne la plata para honrar la totalidad de la garantía de cuatro millones de dólares que le solicita el juez para ratificar su libertad bajo fianza.
De esta forma, sin los directivos hondureños en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, el único centroamericano implicado en el FIFAgate que todavía hoy guarda prisión en Nueva York es el expresidente de la Federación de Fútbol de Costa Rica, Eduardo Li.
Jeffrey Web ( expresidente de la Concacaf, pagó 10 millones de dólares), José María Marín (extitular de la Confederación Brasileña, canceló 15 millones de dólares) y Juan Angel Napout (exhombre fuerte de la Conmebol, acreditó 20 millones de dólares) también han podido entregar las millonarias sumas que exige la fiscalía y accedieron a defenderse en libertad.
Fraude, crimen organizado, lavado de dinero y obstrucción de justicia, son algunos de los cargos presentados por la Fiscalía de Nueva York contra Rafael Callejas y Alfredo Hawit, que afrontan el peor momento de sus vidas, tras gozar de las mieles del poder en la última década.
Los máximos dirigentes de las federaciones de El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá recibieron millonarios sobornos entre 2011 y 2014, a cambio de otorgar a Media World los derechos comerciales y televisivos para Estados Unidos de las selecciones nacionales.
El presente de otros directivos del área es el siguiente: Héctor Trujillo (exsecretario de la Federación Guatemalteca) pagó fianza y se defiende en libertad en EE UU; Reynaldo Vásquez (expresidente de la Federación Salvadoreña) es juzgado en El Salvador y Julio Rocha (nicaragüense exoficial de desarrollo de la FIFA) espera su extradición en Suiza.