TEGUCIGALPA, Honduras - Diego Vazquez es tan propio de la historia de Motagua que es difícil no reconocerle que su estrella se marcó en la historia del club. De jugador levantó cinco copas, de entrenador ya suma tres y más finales que cualquiera en el equipo. De eso, hay que decirlo, un trabajo propio del argentino que pocos quieren reconocer pero allí está.
La Barbie, cuando llegó al club, puso sus reglas como todo entrenador y de allí que poco a poco se sintieran los cambios. En plática exclusiva con EL HERALDO, el mendocino reveló que le exigió el máximo a todos los que de alguna forma se involucran con la palabra Motagua. 'Les dije que el que habría las puertas en Amarateca (sede) tenía que ser el mejor en su trabajo, el utilero tenía que ser el mejor en su trabajo y al día d ehoy tengo que remarcarlo'.
Pero para que Vazquez haya puesto esta condición, es porque por muchos años Motagua vivió un desorden a lo interno. Un tema al que pocos le tomaron en serio y del que también pocos se atreven a hablar. Cada quien entendió su rol.
'Les dije en buen sentido de la palabra que Motagua parecía un cabaret, y que se entienda cabaret como un lugar en dónde todos hablan de todos. Les dije que lo principal era trabajar en equipo y les dije que dejaran de opinar de los demás', tiró Diego. Es decir, en palabras sencillas, que cada quien se dedicara a los suyo en pro del equipo.
'Cuando llegué tuve que ordenar algunos detalles, el jugador se dio cuenta que tenía que jugar, que para eso le pagan', dijo.
Del jugador argentino Germán Mayenfisch, La Barbie aclaró que no está en la obligación de ser titular.
'Aquí se confunden, no es la época mía cuando yo atajaba que los extranjeros ganaban tres veces más que los locales. Hay extranjeros que ganan menos que los jugadores nacionales. No es porque sea extranjero es que tiene que jugar. Germán me gustó mucho en el partido que tuvimos en EEUU ante Toros de la USL y no tengo queja, se tiene que adaptar. Recordá que vino a un equipo que ya está armado y no es fácil' agregó.
La Barbie, cuando llegó al club, puso sus reglas como todo entrenador y de allí que poco a poco se sintieran los cambios. En plática exclusiva con EL HERALDO, el mendocino reveló que le exigió el máximo a todos los que de alguna forma se involucran con la palabra Motagua. 'Les dije que el que habría las puertas en Amarateca (sede) tenía que ser el mejor en su trabajo, el utilero tenía que ser el mejor en su trabajo y al día d ehoy tengo que remarcarlo'.
Pero para que Vazquez haya puesto esta condición, es porque por muchos años Motagua vivió un desorden a lo interno. Un tema al que pocos le tomaron en serio y del que también pocos se atreven a hablar. Cada quien entendió su rol.
'Les dije en buen sentido de la palabra que Motagua parecía un cabaret, y que se entienda cabaret como un lugar en dónde todos hablan de todos. Les dije que lo principal era trabajar en equipo y les dije que dejaran de opinar de los demás', tiró Diego. Es decir, en palabras sencillas, que cada quien se dedicara a los suyo en pro del equipo.
'Cuando llegué tuve que ordenar algunos detalles, el jugador se dio cuenta que tenía que jugar, que para eso le pagan', dijo.
Del jugador argentino Germán Mayenfisch, La Barbie aclaró que no está en la obligación de ser titular.
'Aquí se confunden, no es la época mía cuando yo atajaba que los extranjeros ganaban tres veces más que los locales. Hay extranjeros que ganan menos que los jugadores nacionales. No es porque sea extranjero es que tiene que jugar. Germán me gustó mucho en el partido que tuvimos en EEUU ante Toros de la USL y no tengo queja, se tiene que adaptar. Recordá que vino a un equipo que ya está armado y no es fácil' agregó.